El Partido de Izquierda alemán se solidarizó por primera vez con los críticos del régimen comunista cubano, medios de prensa locales destacan que se trata de una decisión histórica.
Una resolución de esa organización, nombrada “Solidaridad con Cuba” pidió al gobierno de la isla continuar el diálogo “con artistas críticos y activistas por la democratización de la sociedad cubana”.
Esta decisión tiene un carácter histórico en el contexto de las protestas del Movimiento San Isidro (MSI) por la libertad de expresión y por la liberación del rapero opositor Denis Solís.
Marco Pompe, quien presentó la moción al ejecutivo del partido en nombre de la Izquierda Emancipadora, se sorprendió por el 90 por ciento de apoyo entre la membresía, a pesar de la tenacidad “con que algunos trataron de evitar el apoyo de los activistas cubanos de derechos humanos”, indica un reporte del diario alemán Neues Deutschland.
El periódico, por 43 años considerado como medio oficial del Partido de Unidad Socialista de Alemania (SED), reconoce que el grupo de activistas del MSI y sus simpatizantes son denunciados como “mercenarios del imperialismo estadounidense” y están siendo constantemente vigilados y arrestados.
“Por la universalidad de sus preocupaciones y la diversidad de sus miembros, los activistas reciben apoyo, tanto de los trabajadores culturales como de los numerosos cubanos que se ven particularmente afectados por las consecuencias socioeconómicas de la reciente reintroducción del dólar como parte de una reforma económica integral”, indica Neues Deutschland.
El politólogo alemán Bert Hoffmann, del Instituto GIGA de Estudios Latinoamericanos en entrevista con Deutsche Welle destaca que una novedad visible en este momento político en Cuba es “la solidaridad pública que han recibido aquellos que disienten y son atacados por el Estado, y que antes solían verse simplemente aislados: en las redes y en la calle, y hasta de parte alguna asociación local de artistas e intelectuales (como la Unión de Escritores y Artistas, y su organización juvenil, en la Isla de la Juventud)”.
Deutsche Welle considera la resolución del partido La Izquierda sobre los manifestantes cubanos como “la ruptura de un tabú que pesa sobre gran parte de la izquierda internacional”.
Las manifestaciones del Movimiento San Isidro comenzaron el 18 de noviembre, como medio para exigir la liberación del músico contestatario Denis Solís, injustamente encarcelado y sometido a un juicio sumario, sin garantías legales. Como respuesta, varios integrantes de la organización comenzaron una huelga de hambre.
Fuerzas del régimen irrumpieron violentamente el 26 de ese mismo mes en la sede del MSI con el propósito de poner fin a la manifestación y arrestaron a los opositores. Horas después ese mismo día fueron puestos en libertad, pero se les impidió regresar a la sede de Damas 955, en La Habana Vieja.
El desalojo provocó una protesta de varios artistas e intelectuales ante el Ministerio de Cultura a favor de más libertades y respeto a los movimientos opositores, celebrada por su contenido contestatario.
Redactado con información de Radio Martí y ADN Cuba.