Ayer 26 de noviembre fue catalogado por muchos como el Día de la Vergüenza Nacional en Cuba. Las fuerzas represivas del régimen cubano desalojaron a los huelguistas y activistas presentes en la sede del Movimiento San Isidro (MSI). El mundo presenció a una dictadura, sin máscaras, violentando las libertades básicas de sus ciudadanos.
ADN Cuba resumió en una cronología los hechos que ocurrieron en Damas 955.
1:00 p.m. (hora local del Cuba)
El periodista y escritor Carlos Manuel Álvarez denuncia en una directa del medio independiente Cibercuba los intentos del régimen por armar un caso en su contra. El intelectual cubano acompañaba a los huelguistas del MSI desde el pasado 24 de noviembre, luego de su llegada a Cuba desde New York.
Contó que su prueba PCR realizada en el hospital internacional José Martí había sido alterada, los resultados no eran ni positivos ni negativos, así le comunicaron a su amiga, la también periodista Mónica Baró.
Tendría que presentarse a un policlínico de Miramar o irían a buscarlo a San Isidro.
Carlos Manuel decidió no ir a practicarse un segundo test mientras que propone que le examinen en la sede del MSI.
7:00 p.m.
Tres supuestos profesionales de la salud ingresaron en la sede el MSI con la excusa de realizar pruebas obligatorias de PCR y llevarse a Carlos Manuel Álvarez.
Los presuntos médicos dijeron que si no se hacían las pruebas harían una denuncia oficial. Luego de disputar con Álvarez se marcharon.
7:46 p.m.
La curadora de arte Anamely Ramos, mediante una directa, comunica que la sede está rodeada por más de 60 personas. Minutos antes no dejaban pasar a Zuleidys Cepero, la esposa de Esteban.
La intelectual denuncia que el régimen está intentando sacar a Carlos Manuel por todos los medios posibles.
8:00 p.m.
Ocurre un apagón de las redes sociales en Cuba según denunciaron usuarios y activistas de varias provincias. Facebook e Instagram quedaron deshabilitadas y solo se podía acceder a ellas a través de una VPN.
El régimen censuró esas redes para detener el alcance comunicacional de las acciones del MSI.
8:19 p.m.
Otra directa de los manifestantes evidencia la situación de alarma en la que se encuentran. Activistas desconfían del régimen, temen que accedan por la fuerza.
Dentro de la casa de Luis Manuel Alcántara solos unos pocos mantienen el acceso a la red social Facebook.
8:20 p.m.
Los miembros del MSI denunciaban a esa hora una actividad inusual en las afueras de la sede.
8:55 p.m.
Fuerzas del régimen irrumpen violentamente en la sede del MSI y detienen, por la fuerza, a todos los manifestantes en una clara violación a los Derechos Humanos. Varios de los huelguistas estaban débiles tras días de ayuno y sed.
En las afueras les esperaba un mitin de repudio, orquestado por la dictadura para mostrar el “apoyo” del pueblo al totalitarismo.
Aún las redes sociales seguían inactivas, el régimen quería impedir que el mundo viera el desalojo.
Los apresados fueron divididos en dos grupos, uno para las mujeres y otro para los hombres y conducidos a paradero desconocido. A ninguno se le exigió el uso de mascarillas ni se respetó, al interior de los vehículos, las medidas de distanciamiento social.
Más tarde se conocería que fueron llevados a la estación policial de Cuba y Chacón.
Durante el desarrollo de la acción, la Seguridad del Estado golpeó a las esposas de Esteban Rodríguez y Maykel Castillo para impedir que se acercaran. Posteriormente las transportaron, en una patrulla, hacia sus viviendas.
9:18 p.m.
El periodista y director de Tremenda Nota, Maykel González Vivero reportó desde el lugar lo acontecido. González Vivero conoció, a través de las declaraciones de un vecino, que los activistas fueron sacados con violencia.
Los medios independientes cubanos y otros internacionales se hacen eco de la noticia y se desata en las redes, ya activas, una campaña por la liberación de los detenidos.
11:46 p.m.
Fuentes cercanas al MSI confirmaron la liberación paulatina de los apresados. En este horario ya habían sido puestos en libertad Maykel Castillo, Luis Manuel Otero Esteban Rodríguez, Katherine Bisquet, Anamely Ramos, Ileana Hernández, Omara Ruiz Urquiola y Carlos Manuel Álvarez.
También Adrián Osmel Rubio, de 18 años de edad, fue puesto en libertad. El joven informó a ADN Cuba que fue golpeado y estaba adolorido.
Rubio confirmó que no les realizaron prueba del Covid-19 antes de liberarlos. El régimen había usado el delito de Propagación de Epidemia como excusa para intervenir en la sede del MSI.
Los teléfonos móviles de todos los activistas fueron reseteados por el régimen.
El artista Luis Manuel Otero es trasladado hasta la casa de la poeta y activista Katherine Bisquet. Ante sus reclamos de regresar a su casa en San Isidro, la Seguridad del Estado le informa que el local está “clausurado” y le impiden dirigirse hacia allí.
12:00 a.m. (27 de noviembre de 2020)
El sitio oficialista Razones de Cuba publica un video filmado por el régimen durante la extracción y esgrime que el desalojo ocurrió por la negativa de los activistas a “cumplir con lo estipulado en las medidas decretadas por Cuba para evitar la transmisión de la Covid-19”.
El también medio estatal Cubadebate difunde un artículo titulado Autoridades sanitarias actúan contra violación del protocolo de salud para los viajeros internacionales en San Isidro.
El texto responde a una orientación directa del régimen y tiene como fin crear una opinión publica de rechazo hacia los miembros del MSI y hacia la figura de Carlos Manuel Álvarez.
El desalojo es justificado de la siguiente manera por los lacayos periodísticos de la dictadura:
“Ante su negativa de cumplir con lo estipulado en las medidas decretadas por Cuba para evitar la transmisión de la COVID-19 y que se aplican a las personas que provienen del extranjero, se radicó una denuncia en la Estación de la PNR de la localidad, por el delito de Propagación de Epidemias, lo que obligó a una actuación inmediata para la extracción de las personas que se encontraban en el lugar”.
1:00 a.m.
El periodista Maykel González Vivero informa que Anamely Ramos continua en huelga de hambre.
3:00 a.m.
Anamely Ramos es asediada por la policía, una patrulla vigilia su domicilio. Todas las pertenencias de la curadora se encuentran en San Isidro y le prohíben el acceso.
Las fuerzas policiales la arrestan por segunda vez.
A pesar de la dispersión a la que han sido obligados, los miembros del Movimiento San Isidro continuarán las protestas pacíficas por la liberación del músico contestario Denis Solís, apresado y condenado arbitrariamente por el régimen.
La Seguridad del Estado los mantiene a todos bajo vigilancia policial.
