El azote del coronavirus al estado de la Florida no ha terminado. Los casos llegaron el jueves a 33 mil 690, luego de reportarse 497 nuevos confirmados y 50 decesos adicionales en el estado, informó el Departamento de Salud.
Aunque ascendieron las cifras, la noticia tiene un matiz alentador: este jueves marcó el séptimo día consecutivo que el estado registró menos de 900 casos.
Miami-Dade tiene 12 mil 063 casos y Broward 4 mil 953. Los dos condados son los que tienen mayor número de personas infectadas en el estado, donde ya han muerto 1,268 personas por la COVID-19.
Estos dos condados, junto con Palm Beach, cuentan con el 60% de todos los casos del estado y por el momento están excluidos del plan de apertura que anunció el gobernador Ron DeSantis el miércoles.
Palm Beach tiene 2 mil 963 casos positivos y Monroe 79. Un total de 5 mil 589 personas han sido hospitalizadas en el estado durante este brote.
Esta semana, en una conferencia de prensa el gobernador Ron DeSantis se mostró optimista con la evolución de la curva. “Los escenarios apocalípticos que estábamos trabajando hace semanas afortunadamente no se dieron”, afirmó.
En Florida, donde según cifras del gobernador viven 21,3 millones de personas, “de 42 pruebas [de coronavirus aplicadas] una da positiva, más o menos”.
En el estado se habían realizado en total 358 mil 127 test. Según el gobernador, se pueden hacer al día unos 10 mil en diferentes laboratorios, y se está estudiando si las farmacias podrían hacerlas en lo adelante.
Este viernes 1 de mayo se espera en Florida el primer cargamento de pruebas de anticuerpos para personas asintomáticas. Los exámenes serán enviados por el Gobierno federal.
“Si una enfermera está trabajando con pacientes y se le hace esta prueba va a estar más protegida”, dijo el gobernador.
Ron DeSantis citó el estudio reciente de la Universidad de Miami, basado en exámenes de sangre con personas asintomáticas, para medir la situación de los anticuerpos. El ensayo arrojó que por lo menos el 60% de la población de Miami-Dade tuvo el virus “probablemente y no lo sabía”, explicó el gobernador.
A medida que bajen las cifras de casos nuevos, el estado irá relajando las restricciones. Aunque Miami-Dade fue excluida de la orden del gobernador Ron DeSantis para empezar a reabrir, el Condado se sigue preparando para los próximos pasos.
El alcalde Carlos Giménez defendió su decisión de haber abierto los parques, criticada por otros alcaldes que decidieron mantener sus parques cerrados. Dijo que el condado ha “invertido fuertemente” en asegurarse que las nuevas reglas se hagan cumplir en los espacios que ya abrieron y que la decisión se tomó después de haberlo consultado con médicos de la comunidad.
Además, reiteró que otras municipalidades tienen el derecho a mantener sus parques cerrados si sienten que no están listos o si no tienen suficiente ayuda para hacer cumplir las reglas.
DeSantis advirtió que, si observaba un incremento en el número de las personas hospitalizadas o de los casos positivos, podría poner en pausa la reapertura.
La policía de Miami Beach informó que 652 personas recibieron advertencias el miércoles por no usar máscaras faciales mientras se encontraban en los espacios recreativos recientemente reabiertos de la ciudad. Además, 145 personas fueron retiradas de los parques después del cierre, y se emitieron 23 advertencias de distancia social.