Quienes insisten en que la homofobia en Cuba no es institucional, sino apenas un fenómeno social que debe ser enfrentado solo con métodos educativos, tienen a la mano otra prueba de la visión discriminatoria del Estado cubano.
La voz de la Directora de Comunicación y Contenido del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), Yusimy González Herrera, fue hecha pública este miércoles por Alex Otaola. El influencer reveló un audio grabado durante una reunión de ese organismo, en la que esa directiva prohibió lo que ella llama “voces platinadas” en los locutores masculinos de la radio estatal cubana.
“Para ser más concreta, las voces platinadas son voces blandas, suaves, voces amaneradas”, explicó González, también diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular, quien aclaró que no se trataba solo de los hombres locutores, sino que incluía también a periodistas y colaboradores.
“Hay colaboradores... ¡Señor mío! No hace un mensaje creíble. Cuando usted empieza a dibujar florecitas y colores en las voces, señor mío, el mensaje se distorsionó. No es creíble. Y si usted diseñó el programa para una voz masculina y una voz femenina: es una voz masculina y una voz femenina”.
Además de las voces, Yusimy González Herrera de manera irónica criticó lo que probablemente ella entienda como poses gays: “Más allá de las dos voces, es el 'cafeciiiiiito', la 'taciiiita', por las cuentas del rosario, señores. Y eso todavía hoy no es un problema, pero si nosotros no lo atendemos ahora, sí va a ser un problema”.
Aunque la funcionaria estatal dijo no interesarle la particular orientación sexual de cada quien, lo cierto es que se trata de un discurso profundamente homofóbico, y que definitivamente impactará negativamente a cientos de profesionales de ese medio, quienes deberán adaptarse a los modos de la masculinidad hegemónica si quieren continuar desarrollando sus carreras y conservar sus empleos.
González Herrera llevó su censura más allá, cuando afirmó que “hay directores de programas [de radio] que no concientizan que más allá de su responsabilidad creativa, tienen una responsabilidad política, ideológica, y administrativa”.
Se hace evidente, de este modo, que la homofobia es una visión congruente con los cuadros ideológicos del sistema cubano, más allá de esporádicas declaraciones públicas que funcionan a modo de pinkwashing ante la opinión pública internacional.
Activistas en las redes sociales desde esta mañana están exigiendo la renuncia de la Directora de Comunicación y Contenido, así como las disculpas del organismo público.
El investigador y activista Ulises Padrón Suárez aseguró en un comentario en Facebook que “el ICRT es el búnker de la homofobia en Cuba. Mutilan películas, que no pagan, y ahora la funcionaria en contra de las 'voces platinadas', contra los profesionales no heterosexuales. Hay que exigir una revisión de la política de comunicación de este país”.
Por su parte el cantante Rogelio Rivas dijo a ADN Cuba que se trata de “un ejemplo del más crudo desprecio hacia nuestra comunidad; no se puede declarar una política a seguir en los medios de comunicación y puertas adentro de la institución hacer algo bien diferente, no debemos permitir esto, es profundamente irrespetuoso y ofensivo”.
La discriminación por orientación sexual en Cuba viola la recientemente actualizada norma constitucional, aunque el país aún no cuenta mecanismos legales para implementar de manera práctica la Ley de Leyes.