A pocos días de la elección del Presidente de la República y otros puestos claves de la dirección del Gobierno y el Estado cubanos, muy poca gente conoce sobre tan importante suceso. ADN CUBA preguntó en las calles de La Habana y solo un 5 % de los entrevistados había escuchado hablar del tema.
Manuel Dávila, nutricionista de una empresa en Jaimanitas, lo conoce por una nota que leyó en su Facebook, pero dice que “no aclaraba quiénes eran los propuestos”.
En cambio su jefe, Melquiades, militante del Partido Comunista y vanguardia provincial del sector de “Industrias locales”, dice que es imposible que se haga un cambio de Presidente tan pronto, porque Díaz-Canel no lleva ni dos años, de los diez que le dieron para dirigir.
“La designación de Miguel Díaz-Canel como Presidente, fue preparada desde hace mucho tiempo por Fidel y Raúl— expresa Melquiades— y el hombre no lo ha hecho nada mal. Es cierto que se encontró muchos problemas viejos, que no se pueden arreglar en un día, además de un accidente de avión, un ciclón, un tornado y hasta un meteorito, y para colmo una situación coyuntural, pero a pesar de todo eso, se ha batido por los palos para sacar a Cuba adelante”.
Melquiades añade que si sucede, es puro formalismo, porque la Constitución lo recoge en uno de sus artículos. Pero que “Díaz-Canel es el hombre para el cargo”.
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El carretillero Luis Tito, del barrio de Romerillo, piensa que es otro chiste, de los tantos que corren ahora sobre el Presidente actual.
“A Díaz-Canel lo puso ahí Fidel, yo no he escuchado nada que vayan a hacer cambios. Aunque en verdad esa no es mi mayor preocupación, ahora mi problema es el plátano fruta, que es el de mayor demanda y a los intermediarios se les acabó el líquido para madurarlos. Y no sabe cuándo lo consigan de nuevo”.
La opinión de Tony Calzada, pintor marginado de La Aldea, es que a quiensea que pongan de presidente no va a resolver nada: “Eso no es un cargo realmente, es una tarea partidista asignada a un cuadro de dirección. Hay un Buró Político y un Comité Central que son copia fiel de un original y si le dan un plan de trabajo tienen que cumplirlo. Mi problema real y palpable es que solo tengo un solo pincel, viejo que ya no le quedan pelos, y dos colores primarios para trabajar. El Presidente que coloquen en el puesto no me va a resolver mi situación”.
Otro entrevistado, Mayo Lara, del reparto Ramirito, dice que tampoco ha escuchado hablar de elecciones el próximo 10 de octubre, donde también serán elegido el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Vicepresidente, un Primer Ministro y otros altos cargos oficiales. Sobre este asunto recuerda una anécdota:
“Yo era pescador, de los buenos, ahora trabajo en jardinería, porque el mar ya no da nada. Una vez salí a pescar con Machado Ventura en su barco particular y yo quisiera que tú vieras la cantidad de gente y de suministros que se movían alrededor de nosotros. Me pregunté qué hacíamos allí, todo el día bajo el sol para coger un par de cojinúas, si con lo que llevábamos en los frízeres era suficiente para hacer un fiestón. Aunque Machadito está viejo pudiera servir para el cargo. El mayor requisito para ser Presidente de Cuba es la lealtad a la Revolución y al Partido, y a él esas cualidades les sobran”.
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Miguel Carrasco, bodeguero de Santa Fe, se ríe ante la pregunta: “¿De nuevo? ¿Para qué? Esa gente no sabe qué va a inventar ya para hacer comelatas y gastar el dinero del pueblo. ¿Tú sabes cuántos gastos de recursos se llevan esas reuniones? En gasolina, en avituallamiento, en salarios, en policías, en transporte… En mi casa nos salvamos porque mi sobrina es cocinera del Palacio y cuando hay una actividad allí nos ponemos las botas”.
Anisia, de playa Baracoa, es retirada del sector de la agricultura. En su juventud fue Vanguardia Nacional por varios años consecutivos en el corte de caña, y como estímulo, Fidel le asignó un auto. Aún se lamenta por su ingenuidad en el momento de elegir el vehículo.
“Me llevaron a un parqueo y me dijeron: ‘Anisia, escoge el carro que más te guste’. Había Ladas, Moskovich, Fiat y de otras marcas que no recuerdo, pero como era militante del Partido de las de verdad, quería ser humilde y para no hacerle un hueco a la revolución, escogí el más chiquitico, un polaquito donde apenas cabía. Luego, cuando me retiré por enfermedad, vi los grandes autos de muchos dirigentes que jamás han cogido una mocha en la mano, ni han visto un cañaveral de cerca, y viví arrepentida de haber sido tan monga. Para mí el único presidente de Cuba es y será siempre Fidel, que fue quien lo hizo todo. El resto son solo imitadores. Pueden poner a cualquiera que nunca creeré en ninguno. Ni siquiera en Raúl”.