¿Qué opinan los cubanos del secuestro de los médicos en Kenia?

Desde hace varios meses, cuando dos médicos cubanos fueron víctimas de un secuestro mientras cumplían misión internacionalista en Kenia, mucha gente en las calles de Cuba se pregunta qué gestiones hace el gobierno por ellos.
Sala de espera de una policlínica en La Habana. /Foto: Francisco Correa. ADN CUBA
 

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Desde hace varios meses— cuando dos médicos cubanos fueron secuestrados mientras cumplían misión internacionalista en Kenia—, mucha gente en las calles de Cuba se pregunta qué gestiones hace el gobierno por ellos.

Mireya Saldívar, una ama de casa de 58 años, no entiende cómo pudo suceder el secuestro y por qué tanto silencio sobre el caso. Mireya cree que Kenia es un país socialista y que fue el grupo “Isis” (Estado Islámico) el responsable del rapto de los cubanos.

Veo mucha flojera en este gobierno de Raúl y Díaz-Canel, porque a Fidel no había quien le secuestrara un médico”— dije la señora.

En cambio, Irina Cayatalud, enfermera retirada que participó en dos misiones internacionalistas en países africanos, considera que este es un tema muy sensible, que el estado debe tratar con “mucha cautela”.

Yo imagino la magnitud del problema, como están las cosas, es una piedra en el zapato para el gobierno”, considera Irina, que vive sola en un pequeño apartamento en Miramar.

Irina ahorró “un dinerito” durante su última misión, y creyó que eso le aseguraría su retiro. “Lo utilizo a cuenta gotas, solo para alimentación y medicinas. Pero es un gotero de boca ancha, porque como están los precios, la probeta está bajando como la espuma”, cuenta.

A pesar de las difíciles condiciones en que labora el personal médico en las misiones, y del bajo por ciento que devengan del salario real concertado en los convenios, para un médico cubano una misión internacionalista es un alivio económico notable. En cualquier caso ganan más que en Cuba.

Carlos es pediatra, y acumula cuatro misiones en el extranjero. Gracias a ellas consiguió amueblar su casa, vestir y calzar a su familia, realizar la fiesta de 15 años a su hija mayor, y llevar a la familia a Varadero.

Luego de una noche de guardia en un policlínico, Carlo dice estar loco por irse de nuevo para otra misión: “Aunque sea para Haití. No me interesa el lugar. Y si me secuestran ya veremos. Cualquier sitio es mejor que el policlínico”.

 

 

Un cirujano que prefirió no revelar su nombre, y también con varias misiones en el extranjero, agrega:

Algunos países son violentos, otros muy pobres, a veces trabajamos en zonas intrincadas y en condiciones terribles, donde el médico cubano se juega la vida al exponerse a enfermedades desconocidas, a climas adversos, a una alimentación que no es la habitual. Además la separación de la familia es algo que nos golpea, sobre todo no poder participar en la educación de los hijos”.

Las noticias de fallecimientos de médicos cubanos mientras se encontraban cumpliendo misiones internacionalistas, han sembrado incertidumbre en la población, sobre todo en las familias de los galenos. Las causas fundamentales de los decesos han sido enfermedades raras, accidentes, asesinatos, suicidios, y en algunos casos aún se desconocen las causas.

Ahora aparece este caso de los secuestros”— señala el cirujano— “y el extraño silencio del gobierno. Cuando sumas, obtienes que la misión internacionalista se ha vuelto sumamente peligrosa”.

Sala de espera de una policlínica en La Habana. /Foto: Francisco Correa. ADN CUBA
Sala de espera de un policlínico en La Habana. /Foto: Francisco Correa. ADN CUBA

Odelia Ponce, de 84 años, residente en el barrio Romerillo, espera su turno para consulta en un policlínico y no sabe que dos médicos cubanos están secuestrados en África. Su hijo Alfredo, que la acompaña, es “adicto” a los datos móviles y sigue con fervor las noticias. Dice que se habla muy poco del asunto, por eso “le huele mal”.

Si por el niño Elían y por los cinco espías, el gobierno desató una campaña de propaganda que superó la obsesión, y por dos médicos cumpliendo misión internacionalista no dicen una palabra, hay que ver qué hay detrás del telón. Con esta gente, los comunistas, nunca se sabe”, considera.

Maikel Silverio, chofer de un auto de alquiler, dejó la carrera de medicina en tercer año por considerar que esa profesión requería mucho esfuerzo y estaba muy mal pagada.

Nadie conoce si hay conversaciones con los secuestradores, o si la cantidad de dinero exigida es desproporcionada y Cuba se niega a pagarla, o si la razón principal es que no quieren  crear un precedente y que después el secuestro de médicos se convierta en un hobby. Hay que esperar obligatoriamente al final de la película, porque en verdad no informan nada de nada”.

Además— añade Maikel— hay que tener mucho cuidado, porque el cubano inventa mucho. Y si pagan con facilidad el rescate, los médicos inventan el ‘auto secuestro’, para cobrar la plata y resolver de una vez todos los tantos problemas que tienen. Luego verías a muchos médicos regresar a la patria cargados de pacotilla, y cuando le pregunten: ¿te fue bien en la misión?, contestan: ¡de maravilla! Me secuestraron... Y encontrarás a muchos peleándose por una misión, para ver si lo secuestran. Recuerda que el cubano es la candela”.

 

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