Un medio oficialista reconoce que la desescalada podría tener efectos adversos en Cuba, como ha sucedido en otros países. Rebrotes y alarma, sin llegar a provocar estragos como los de la primera etapa de la pandemia, pueden ocurrir.
“Nos hemos ido anticipando tanto que es para temer. Que en más de 60 días en Sancti Spíritus no se hayan reportado casos positivos tampoco quiere decir que estemos exentos de rebrotes, como se han cansado de reiterar las autoridades sanitarias. Y, por lo que se ve, la alerta ha entrado por un oído y ha salido por el otro”, aclara Cuba Periodistas.
“Basta mirar el espejo de La Habana: eventos que no se cierran, focos que se abren, casos un día sí y al otro también. Bastaría para no excedernos recordar lo que reitera cada día el doctor Durán en su ya habitual conferencia de prensa: la mayoría de los casos confirmados durante la epidemia en Cuba han estado asintomáticos en el momento del diagnóstico”, agregó.
Al respecto, un equipo de epidemiólogos, modeladores matemáticos, geógrafos y otros especialistas dieron a conocer que tras la estabilización de los casos de coronavirus se espera un rebrote para el mes de noviembre y estiman alrededor de 300 casos activos a la vez.
Los propios especialistas plantean que, tras la apertura de los vuelos internacionales y cuando comiencen a llegar más personas de los Estados Unidos, la situación epidemiológica se puede complicar.
Pero “lo importante en esta nueva fase es utilizar todas las herramientas tecnológicas que se han desarrollado y darle un seguimiento a los nuevos casos positivos y sus contactos”.
Las medidas que tome el gobierno deben estar enfocadas en la nueva normalidad, donde será imprescindible mantener las medidas de protección como el distanciamiento social, el uso de tapabocas y el lavado frecuente de manos. La estrategia de reapertura debe estar segmentada por territorios, declararon los especialistas.
Además de esto, Cuba deberá enfrentar —ya lo está haciendo— los efectos de la crisis económica provocada por la pandemia. Según Carmelo Mesa Lago, prestigioso economista radicado en Estados Unidos, la crisis podría provocar un nuevo periodo especial.