Una terrible odisea sufrió el cubano Adrián Corcho tras salir del puerto de Mariel destino a la Florida, junto a un grupo de veinte balseros. El pasado jueves, él y otras ocho personas fueron rescatadas en alta mar por la guardia costera de Estados Unidos, luego que su embarcación naufragara un día antes, cuando ya se encontraban a solo 16 millas de Key West.
Dos de los migrantes no sobrevivieron la travesía y otros días fueron reportados como desaparecidos.
Corcho, recluido actualmente en un Centro de Aislamiento en Isla, tras ser repatriado, ofreció declaraciones sobre lo sucedido al periodista Alexis Boentes, de Telemundo 51.
“(…) entrando ya a los Cayos sale un abrigo y se enreda al motor. El motor se apaga, cuando lo vamos a encender ya no funciona. Entonces comienza a entrar mucha agua y muchas olas, y ahí ya perdimos el control de la balsa”, detalló.
Cuando la embarcación comienza a hundirse con los 20 cubanos a bordo, Corcho logra aguantar a un tanque vacío y así logra mantenerse a flote en alta mar.
“Con ese tanque pude naufragar. Amigos míos que me encontré se fueron agarrando también. Yo hubiese querido que fueran más. Pero fue imposible”, dijo conmovido.
Relató el balsero, que luego “las olas los fueron separando de la embarcación. Ya se estaba hundiendo. Yo lo dejé atrás, pero eso se hundió y sé que todos lucharon por su vida. Ojalá aparecieran todos los desaparecidos”.
Durante un día y una noche estuvieron aferrados al tanque intentando mantenerse con vida. “Fue una odisea, una película de terror. Yo personalmente para vivir tuve que comer algas. Un amigo me dio su mano para que la mordiera y cogiera sangre porque ya no podía más. Vi la muerte tres veces”, contó Corcho.
La Guardia Costera de los EE.UU los rescató y luego de estabilizarlos, repatrió a Cuba a los balseros el pasado lunes. Según, Corcho, “sin la posibilidad de declarar su miedo a volver o solicitar asilo político”.
“Como seres humanos merecíamos eso, una oportunidad. Muchas muertes y mucho sacrificio, y mira nos atendieron en el barco, pero solamente eso, más nada”.
Sobre cómo se encuentran ahora, señaló: “Nos sentimos bastante bien. Estamos quemados por el sol y traumatizados. Porque muchos de nosotros a la hora de rescatarnos perdimos la mente, estábamos alucinando. Llevábamos cuatro días sin dormir, dos sin comer y dos días a la deriva”.
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Castrismo culpa a EE.UU. por muerte de balseros cubanos
En tanto, el régimen castrista culpa al gobierno de los Estados Unidos por las recientes muertes de balseros cubanos, que intentaron llegar en embarcaciones precarias hasta el país norteño.
Un artículo publicado en el oficialista periódico Granma, destaca que el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, expresó este lunes que “la politización de las decisiones migratorias de Estados Unidos cuesta vidas humanas”.
“El cierre del Consulado de EE.UU. en La Habana, el traslado de sus servicios hacia terceros países y la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano de 1966 atentan contra una migración segura, ordenada y regular”, justificó el Canciller en Twitter.
El ex agente de la Seguridad del Estado, devenido directivo del oficialista Granma, Raúl Capote, añadió que lo dicho por Rodríguez Parrilla es una “clara alusión a las causas que propician sucesos lamentables como el conocido tras el rescate de ocho personas y dos cuerpos, en un naufragio cerca de Key West, en la Florida”.
“¿Cuántas vidas más deben ser sacrificadas en nombre de acciones absurdas y criminales instituidas para doblegar al pueblo cubano y poner fin a la Revolución?”, arremete el vocero castrista, que obvia las razones principales del éxodo: huir de la represión y la pobreza en Cuba.