La Policía Profesional de Migración de Costa Rica informó sobre la detención de dos costarricenses por el delito de tráfico ilícito de migrantes cubanos.
El pasado viernes 15 de mayo, las autoridades policiales realizaron un allanamiento a un domicilio en Bijagua de Upala, en el cual se arrestó a una mujer de apellidos Barrantes Castillo, y un hombre de apellidos Gutiérrez Solís, ambos por el delito de trasladar y alojar a cinco personas de nacionalidad cubana, incluyendo a dos personas menor de edad.
Según precisó en su página oficial de Facebook la Dirección General de Migración y Extranjería Costa Rica: “los extranjeros, ingresaron al país a través de lugares montañosos y de difícil acceso, utilizando transporte terrestre. Posteriormente los ocultaban en una vivienda ubicada en la misma localidad de Upala, por un lapso de 21 días”.
De acuerdo con la información confidencial recibida, la policía de migración, conoció que los migrantes se encontraban bajo la prohibición de mantener contacto con personas de la zona, además, debían cancelar a los traficantes la suma de mil setecientos dólares.
Los costarricenses detenidos fueron traslados al Juzgado de Liberia para el proceso correspondiente y sobre el procedimiento a seguir con los cinco cubanos implicados en el caso, no se ofrecieron detalles.
En 2019, un total de 1856 personas cubanos pidieron refugio en ese país. Son, después de Nicaragua y Venezuela, el tercer grupo de migrantes que más solicitó esta categoría.
A finales de 2015, con la inminente derogación de la famosa Ley de Pies Secos-Pies Mojados, llegaron a Costa Rica, 4817 cubanos desde donde podían, cruzando el Tapón de Darién (Colombia), a través de Panamá; del sur hacia el norte. Su tránsito fue respondido por el régimen nicaragüense con gases lacrimógenos y el gobierno de Luis Guillermo Solís asumió entonces el cuidado de ellos, se aseguró de cruzarlos en aviones a México y El Salvador, para continuar su camino.
A inicios de abril de este año ADN Cuba publicó sobre la situación de alrededor de 10 cubanos refugiados en Costa Rica, que se encuentran en las afueras de las oficinas centrales de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) manifestándose pacíficamente en busca de ayuda por la precaria situación económica en la que viven debido a la pandemia del coronavirus.
A finales del mes anterior, en febrero de 2020, la Policía Profesional de Migración desarticuló una organización criminal dedicada el tráfico ilícito de migrantes de nacionalidad cubana, operación en la que se allanaron 9 sitios y se logró la detención del líder así como de otras personas involucradas con la organización.
En la zona sur (Paso Canoas) fue detenido un sujeto de apellido Ramos Quirós, alias “El Mago”, líder de la organización, y contaba con colaboradores quienes se encargaban de alojar, transportar, ocultar y brindar alimentación a las personas objeto del delito.
