El cubano Randol Doval denunció el jueves que fue “expulsado” de una acera en las inmediaciones del lujoso hotel Grand Aston La Habana, como si el espacio público fuera propiedad privada o perteneciera a otro país.
Doval, conocido por sus allegados como “el Nene”, afirmó en un video publicado en su perfil de Facebook que un guardia de seguridad del inmueble turístico ubicado en la calle 1era, frente al Malecón, lo echó de la acera cuando se encontraba allí con sus hijos.
“Es la segunda vez que yo me paro en esta acera, me recuesto allí al murito que ven acá, y el custodio [del hotel] viene y me bota, me dice que no puedo estar parado aquí. Esta acera tal pareciera que es de una embajada, que es de otro país”, denunció.
Según el hombre, residente en La Habana, la primera vez que tuvo esa experiencia no la hizo pública en redes sociales porque estaba solo, pero en esta ocasión lo echaron junto con sus hijos, que lo acompañaban en un paseo familiar.
“Eso para que lo sepan, cuando vengan a esta zona de aquí, traten de no caerse en esta acera. Hay que averiguar bien si esto es una embajada o un hotel. Esta acera no es para cubanos, lo siento mucho, pero no es para cubanos”, agregó.
En los comentarios de su post, Doval afirmó que el guardia del hotel casi los persiguió para alejarlos del lugar, a pesar de que ellos solo estaban parados tranquilamente allí.
“El custodio sabe que con la porquería de salario que nos pagan en Cuba no me da ni para mirar el hotel, pero coño, la acera, aunque no se parezca a ninguna de La Habana, no es del hotel, es de Cuba”, denunció el ciudadano.
“Así nos tratan en nuestro propio país. #VergüenzaNacional”, criticó el activista Magdiel Jorge Castro, al compartir el video de Doval.
Por su parte Salomé García Bacallao, activista que pide boicot para los negocios en los que participa el gobierno cubano, enfatizó: “Recuerden, en los países democráticos, no hay aceras privadas. Se puede protestar contra los mismos negocios o instituciones que dan a esas aceras, no tienes ni que pedir permiso. #EnCubaHayUnaDictadura”.
El hotel Grand Aston La Habana está ubicado frente al malecón de la capital cubana. Fue inaugurado a mediados de marzo de 2022 y cuenta con dos torres que suman 600 habitaciones de alto estándar, que pueden llegar a costar unos 200 dólares la noche.
El inmueble es gestionado por el grupo indonesio Archipelago International en contrato de administración con Gaviota, una compañía del consorcio militar cubano Grupo de Administración Empresarial S.A (Gaesa).
Las autoridades cubanas, con los militares-empresarios a la cabeza, no han dejado de invertir en hoteles para el turismo extranjero, a pesar de que la tasa de ocupación en los alojamientos de la isla se mantuvo en torno al 50 % entre 2016 y 2020, según datos oficiales divulgados por el economista Pedro Monreal.
En los primeros tres meses de 2022, la edificación de hoteles, así como otros aspectos relacionados con el turismo, concentró el 35 % de las inversiones totales, de acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), citados por la agencia de noticias EFE.
“Esto quiere decir que se invirtió 20 veces más en este rubro que en la sanidad pública (1,7 %) o en educación (1,2 %), según las cifras oficiales”, agregó el medio.