Este 29 de marzo el diario estatal Vanguardia, perteneciente a la provincia de Villa Clara, publicó una entrevista que en el marco de la pandemia del COVID-19, le realizaran a Félix Santos García, quien es profesor de la Facultad de Ingeniería Mecánica e Industrial, de la Universidad Central Marta Abreu.
Félix Santos junto a su esposa Maite Ruiz García y Raúl Alberto Pérez, estos últimos también profesores de la Universidad Central Marta Abreu, se encontraba de misión académica en República Dominicana cuando el nuevo coronavirus comenzó a disparar las alarmas internacionales.
En la entrevista Félix Santos explica que todo empezó el 21 de enero cuando partió a República Dominicana con su esposa y un colega de trabajo, pero que no fue hasta dos meses después cuando de verdad comenzó a sentir la presión del COVID-19.
El profesor de la Marta Abreu cuenta que tras los primeros casos en República Dominicana "las actividades docentes fueron suspendidas y nosotros, los profesores, pasamos a trabajar desde nuestros apartamentos. Con los días comenzó un incremento progresivo de los enfermos y, también, de las medidas del gobierno dominicano. Solo salimos al mercado a acopiar lo que necesitábamos, pues teníamos hasta una plataforma para clases virtuales para interactuar con los alumnos".
"Desde el primer momento nos mantuvimos prácticamente incomunicados, trabajando por Internet durante una semana. Sí, al principio fue una posibilidad quedarnos. Nos habíamos comunicado con las autoridades universitarias y ellas nos habrían garantizado los exámenes de la COVID-19", narra Félix.
Con el paso de los días, y tras el incremento de los casos afectados por el virus de Wuhan en República Dominicana, Santos, quien también es profesor del Centro de Estudios Energéticos y Tecnologías Ambientales, de la universidad central de las villas, tomó la decisión de regresar a Cuba.
"Pero, en esos días Copa nos confirmó que nuestros boletos aéreos de regreso, para el 24 de abril, estaban cancelados. Teníamos mucha incertidumbre. En tanto, crecieron exponencialmente los casos y llamamos a la embajada para iniciar el proceso de regresar a Cuba lo antes posible".
Luego de esto, el paso lunes consiguieron hacerse con un vuelo directo hasta Santiago de Cuba.
"Una pequeña aeronave para 19 cubanos. No sabíamos cómo iba a ser todo una vez estando en nuestra isla, si nos pondrían en cuarentena en el propio Santiago".
"En el aeropuerto las autoridades sanitarias estaban esperándonos para examinarnos y trasladarnos a nuestras provincias. Vinimos en un ómnibus por todo el país".
El profesor explica que durante el trayecto no se les permitió bajarse en ninguna de las paradas interprovinciales para evitar la transmisión en caso de que existiera algún contagiado en el grupo.
"Estuvimos muchísimas horas en el camino, cansados, alterados... Horas sin estirar las piernas en una guagua. La incertidumbre de algún positivo a pocos metros. La tensión del viaje".
En cuanto llegaron a Villa Clara fueron aislados en el hotel Riviera, en donde permanecen hasta este momento.
"Llevo tres días encerrado. ¿Qué quisiera yo? Abrir mis cortinas, conversar con mi compañero de al lado, el profesor Raúl Alberto Pérez Bermúdez, decano de la Facultad. Pero, no. Nos comunicamos por clave de morse: dos golpes en la pared significa abrir Whatsapp para conversar un rato".
En la entrevista el profesor Félix Santos aprovecha para mandar un mensaje al pueblo de Cuba, y en especial a sus alumnos:
"Lo más importante ahora es tener mucha disciplina. A mis estudiantes, decirles que busquen en estos días una actividad que los ayude: leer, hacer ejercicios, interactuar por las redes sociales… Señores, estos días estén con sus familias… solo quédense en casa".