¿Quién dice que se acabó la “coyuntura”? En Cuba todas las semanas aparece un invento nuevo para lidiar con la escasez de casi cualquier cosa, desde el combustible hasta la comida, efectos nocivos del genocida bloqueo económico del Imperio contra nuestro pueblo, faltaba más.
En Cienfuegos, ahora inventaron un “helado de leche de soya” porque en esa provincia no alcanza la leche normal, en polvo o de líquida de vaca, para dar a todas las personas, menos para fabricar helado. Así que, para evitar el cierre de las heladerías allí, se recurrió al tan socorrido “invento cubano”.
Según declaraciones a medios locales de Ania Valladares, directora de la empresa Coppelia en esa provincia, el helado tendrá 60% de leche de soya y 40% de otros productos lácteos. Agregó que años atrás ya se hizo este helado en situación similar.
ADN Cuba ya ha reportado otros “inventos” que recientemente han salido a la luz, para paliar la falta de insumos en Cuba.
El 20 de enero, autoridades de salud de Holguín dieron a conocer que comenzarán a vender en farmacias la “tintura del pseudotallo de plátano”, un sucedáneo del ácido tánico, medicamento en falta en la provincia.
La semana pasada, en Santiago de Cuba, sacaron a la luz pública una maravilla culinaria para untar panes y galletas: mayonesa de plátano burro. Ocurrió durante un evento al que dieron el pomposo título de “Día de la Ciencia”. En la jornada se exhibieron otras “maravillas” de la fantasía popular: hornos criollos que funcionan con aserrín, frito de chaya con picadillo y, como si viniera al caso, muchas fotos de Fidel y Raúl Castro.
Otro fruto de la inventiva y la necesidad de los cubanos es el “almendrón agrícola”. El curioso carro azul se dedica a labores del campo como arar la tierra y halar remolques, al más puro estilo de un tractor agrícola, en un lugar de la Isla que hasta el momento no ha sido identificado.
ADN Cuba reportó otra curiosa situación ilustrativa de los llamados “inventos cubanos”. Se trata de un video subido a redes sociales que muestra el momento en que una pareja de recién casados, a falta de un descapotable, emprende el tradicional paseo matrimonial en el techo de un jeep amarillo.
Asimismo, a mediados de agosto trascendió la noticia de otro invento en el poblado “El Infernal”, en Pinar del Río: una inusual piscina en la parte trasera de un tractor agrícola, creada a fuerza del “ingenio y creatividad” de sus padres, según reportó del periódico local de esa occidental provincia de la Isla.
Una lona impermeable colocada en la carreta del tractor contenía el agua de la “piscina”, que podía moverse entonces por el pueblo mientras los bañistas se refrescaban del intenso calor del verano, sobre todo los niños.
