Niños del poblado “El Infernal”, en Pinar del Río, disfrutan del verano en Cuba en una inusual piscina en la parte trasera de un tractor agrícola, creada a fuerza del “ingenio y creatividad” de sus padres, según un reporte del periódico Guerrillero de esa occidental provincia.
Una lona impermeable colocada en la carreta del tractor es suficiente para lograr el invento, que puede moverse por el pueblo mientras los bañistas se refrescan, resalta la publicación.
“¡Ñooo, apretaron. Tremendo invento!, decían unos. Otros solo miraban y sonreían. Y no faltaron los que se sumaron a aquella fiesta sobre cuatro ruedas”, relata Guerrillero, y explica que “ante ciertas travesuras”, se plantearon reglas para el disfrute de la piscina: “Nada de juegos pesados, hay que lavarse pies y manos, cero alimentos y bebidas alcohólicas, cada niño con un acompañante que lo cuide….”.
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La ausencia de opciones recreativas en Cuba es un problema que se agudiza durante los meses de verano, cuando las altas temperaturas y la presencia de los niños en los hogares obligan a los padres a “inventar” más de lo normal para procurarles ratos agradables. Los pueblos más intrincados de la geografía cubana suelen sufrir más aún esta falta de opciones.
Yurina Piñeiro Jiménez, autora de la crónica en Guerrillero, consideró que además de “la capacidad de invención y creatividad de los padres de estos niños”, haría falta “la ayuda de las autoridades locales y demás instituciones estatales de la comunidad”.