El presidente cubano Miguel Díaz-Canel propuso este 2 de junio extender la responsabilidad del abastecimiento de alimentos a otros agentes que no fuera la empresa estatal Acopio, en una reunión celebrada con altos jerarcas del régimen.
“Yo sigo insistiendo que la única forma [para distribuir alimentos] no tiene que ser Acopio. Hay que crear otras estructuras. En un batey conque haya una ‘estructurita’ pequeña es suficiente para que se encarguen de gestionar la compra con los productores y ponerlo en el mercado” local, aseguró el mandatario.
En esa reunión, el ministro de Agricultura, Gustavo Rodríguez, propuso estimular la siembra de cultivos de diferentes ciclos, el autoabastecimiento local, el máximo aprovechamiento de las tierras estatales ociosas en usufructo, el fomento de organopónicos y huertos intensivos, así como el sistema existente en el país de agricultura urbana, suburbana y familiar.
Al comentar sobre estos asuntos, Díaz-Canel reiteró la necesidad de prever la siembra de cultivos que pudieran ser menos afectados por eventos meteorológicos. De ahí su insistencia en potenciar las plantaciones de malanga y diseñar la adecuada escalera con las dos variedades que existen en el país.
Otro aspecto examinado fue el de la entrega de tierras estatales ociosas en usufructo, cuyas solicitudes se han incrementado en los últimos tiempos.
Hasta el pasado 25 de mayo —afirmó Rodríguez— se habían recibido más de 37 mil solicitudes, de las cuales se han aprobado más de 22 mil, ha sido denegada una cifra superior a las mil y se han archivado de forma definitiva más de mil 200 por diferentes causas. En trámites se encuentran 12 mil 70 solicitudes, siendo las provincias de mayor incidencia Mayabeque, Villa Clara, Camagüey, Granma y Santiago de Cuba.
La extinción de la Unión Nacional de Acopio en julio de 2014, por su notoria y proverbial ineficiencia, fue acogida como un logro, pero la empresa resurgió en agosto de 2019. Acopio existió desde 1986, luego de la desaparición de los efímeros Mercados Libres Campesinos, un intento para oxigenar la producción de alimentos que fue detenido, como las reformas raulistas de 2008.
El sistema de Acopio ha sido desestimulador para los campesinos, burocrático, corrupto, y derrochador de los escasos recursos humanos y materiales de Cuba. La producción agrícola es uno de los mayores fracasos del sistema estatista implantado por la “Revolución”. Raúl Castro la declaró estratégica al asumir el poder en 2006.
La escasez sigue siendo endémica en un país exportador de frutas y vegetales antes de 1959. Actualmente tiene suelos degradados, tradiciones aniquiladas y los agricultores en extinción o en el extranjero.
