La Teniente Coronel Kenia Morales Larrea, conocida represora del Ministerio del Interior (MININT), es la jefa de instructores detrás del caso contra el artista cubano Hamlet Lavastida, detenido en Villa Marista desde el pasado 26 de junio.
Esta nueva información fue difundida por la ONG Cubalex, especializada en asesoría legal para defensores de derechos humanos en Cuba.
Morales Larrea también dirigía el proceso contra la curadora de arte, Carolina Barrero, por el presunto delito de "clandestinidad de impresos" a inicios de 2021.
La funcionaria castrista lleva años liderando la represión contra el artivista Luis Manuel Otero Alcántara así como de otros integrantes del Movimiento San Isidro (MSI).
Según la página "Represores", la Teniente Coronel ha sido la principal responsable del acoso sistemático a la artista Tania Bruguera, así como del registro a los artistas Lía Villares y Luis Trápaga el 2 de febrero del 2018, en la casa-galería El Círculo.
Lavastida llegó el pasado 21 de junio a la Isla, luego de una residencia artística en la Kunstlerhaus Bethanien de Berlín, Alemania.
Permaneció seis días en un centro de aislamiento del municipio Playa, La Habana, pese a estar vacunado, y el 26 de junio fue conducido a Villa Marista, la dependencia de la Seguridad del Estado.
A Lavastida se le acusa de los delitos de "incitación a la rebelión" e "instigación a delinquir".
Además, ha sido víctima de difamación por el vocero del régimen cubano, Humberto López, en la televisión nacional. La exhibición de sus obras está prohibida en las instituciones culturales del país, por causa de sus ideas políticas.
Los funcionarios del régimen le habían impedido entrar a Cuba entre 2011 y 2015, así como importar o exportar sus creaciones.
Lavastida se apropia artísticamente de logotipos del Partido Comunista de Cuba (PCC), el Ministerio del Interior (MININT) o las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), como manera de evidenciar el absurdo de estas marcas históricas y desmitificar las herramientas de la propaganda oficial. Sus obras reconstruyen críticamente la vieja propaganda política y militar cubana.