Maikel Herrera Bones, preso político en Cuba, denunció mediante una reciente llamada telefónica, que oficiales de la Seguridad del Estado le propusieron una adecuada atención médica, pero si deja de denunciar su difícil situación en la cárcel para enfermos de SIDA, en Güines, donde se encuentra.
El opositor Zaqueo Báez, coordinador en La Habana de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), declaró a Radio Televisión Martí que Herrera Bones también fue amenazado con ir a una celda de castigo de la prisión ubicada en la provincia de Mayabeque.
“Su caso es complejo, él tiene varios forúnculos en un muslo que están sangrando” y urge la atención de los médicos especializados, explicó al medio citado.
En agosto, el preso político, promotor de la iniciativa Cuba Decide, realizó una huelga de hambre para exigir que lo atendieran médicos del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí donde hay expertos en su enfermedad, recuerda Radio Televisión Martí.
Sin embargo, a pesar de que le prometieron revisar su caso para que depusiera su huelga, en definitiva “nunca atendieron sus reclamos” y su salud se debilitó mucho más, llevando a que dejara la protesta.
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Esta semana, refiere Zaqueo Báez, un oficial de la Seguridad del Estado que lo visitó en la cárcel le dijo a Herrera que no le permitían la atención, pero “intentó chantajearlo al decirle que ellos podían curarlo, que mirara el estado en que estaba y que si seguía haciendo denuncias lo podían llevar a una celda de castigo”.
“Él en este momento está muy vulnerable a cualquier tipo de enfermedad y su vida corre peligro”, dijo Báez al medio citado.
Radio Televisión Martí expone que Maikel Herrera Bones, integrante de la Unpacu, fue detenido el 16 de abril por discutir con un policía que, vestido de civil y sin identificarse, intervino para tratar de detener una protesta de Herrera por la falta de servicio eléctrico en su vecindario, en La Habana.