Ni los menores escapan ya a la escalada de la violencia policial y represiva en Cuba. El régimen tiene protocolos especiales para la detención y tratamiento de los cubanos con edades inferiores a los 16 años que presuntamente hayan cometido hechos que la ley tipifica como delitos, pero imágenes enviadas a ADN Cuba dan fe de que estos estarían siendo olvidados o irrespetados por efectivos policiales y represores.
En un video filmado recientemente en la intersección de las calles Aguacate y Muralla, en la Habana Vieja, se ve cómo elementos de la policía y otras divisiones uniformadas del Ministerio del Interior detienen con violencia a tres jóvenes.
Según conoció esta revista, los detenidos tienen entre 15 y 16 años y su detención se produjo por un supuesto uso incorrecto del cubrebocas, más conocido en Cuba como nasobuco.
El uso desproporcionado de la fuerza por parte de los agentes es síntoma inequívoco de la tensión que se respira en la isla como consecuencia de los embates de la pandemia de coronavirus y la agudización de la crisis económica crónica de la Cuba socialista que ésta ha provocado, así como de las recientes protestas populares y muestras de oposición política que han puesto en jaque al régimen y su pretendida homogeneidad ideológica.
Con independencia de que realmente estuviesen usando de manera incorrecta sus mascarillas, y de que Cuba precisa frenar la propagación de la COVID-19, quienes han opinado de la escena captada en el video cuestionan la actuación policial y la enmarcan dentro de la escalada represiva que vive la isla desde noviembre del pasado año, cuando el Movimiento San Isidro y el 27N desnudaron la naturaleza totalitaria del régimen.
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Una escalada de la que han sido víctimas no sólo los tres menores de la detención en Aguacate y Muralla, sino también otros cuya integridad ha sido violada al exponerlos en la televisión nacional sin seguir el debido proceso en su contra.
Respecto a esto último, la directora ejecutiva de Cubalex, Laritza Diversent, publicó una imagen de la emisión del noticiero televisivo oficialista de este viernes 19 de febrero, en la que aparece un menor de edad acusado de delito.
“Esto no podemos seguir permitiéndolo. Si esas personas cometieron delito es obligación de las autoridades investigar, pero en ningún modo pueden violar las garantías del debido proceso. Niños, según el derecho internacional, expuestos en la televisión nacional, vestidos de presos y auto inculpándose, sin abogado que les recomiende si deben responder o no a las preguntas que le hace un interrogador que nunca salen en esas imágenes", explicó Diversent.
Acto seguido, la jurista lanzó varias preguntas al oficialismo: "¿Cuántas presiones o técnicas de torturas tuvieron que soportar para llevarlos a ese punto? ¿Dónde está la fiscalía, principal órgano garante de la niñez y su obligación de proteger por encima de cualquier cosa el interés superior del niño?".
Por último, visiblemente afectada con estos hechos, la directora de la prestigiosa ONG dejó un mensaje a la intelectualidad que se preocupa solo por el embargo de Estados Unidos hacia el régimen cubano.
"... que me digan que la soberanía y la existencia de un embargo económico le da derecho a un Estado de violar impunemente los derechos de los niños. Esto es lo que hay que denunciar. Cuando no se respeta la niñez no se respeta nada. Siento frustración y mucha impotencia, cualquiera de esos muchachos puede ser mi hijo, tu hermano, su nieto, nuestros primos. Y no es casualidad que todos esos niños sean afrodescendientes, es solo una agravante de estas violaciones, son los perfiles raciales y la mayor expresión del racismo institucionalizado", concluyó.
El gobierno de Cuba ha utilizado a los niños convenientemente o expuesto su privacidad y derechos más elementales en varias ocasiones.
En febrero de 2020, durante el juicio del líder de Unpacu, José Daniel Ferrer, el periodista oficialista Santiago Romero Chang usó a niños en las cercanías del Tribunal de Santiago de Cuba para que dijeran que en la isla y en su provincia se respetaban los derechos humanos.
Sus rostros y palabras fueron expuestos por el reportero en redes sociales.