Las autoridades sanitarias de Cuba registraron este viernes 937 nuevos casos de COVID-19 y otros cuatro fallecimientos como consecuencia de la enfermedad, que desde noviembre castiga a la isla con un tercer rebrote que va siendo el más severo hasta el momento.
Con los nuevos incrementos, el total de casos acumulados desde el inicio de la pandemia en el país, en marzo pasado, asciende a 43 484, mientras que los fallecimientos suman 291, para una tasa de letalidad de 0,67 por ciento.
Los fallecidos fueron tres hombres y una mujer, con edades entre los 59 y los 76 años. De acuerdo con lo reflejado por el Ministerio de Salud Pública (Minsap), todos presentaban indistintamente antecedentes patológicos que elevan las probabilidades de desarrollar cuadros de gravedad ante el contagio.
De los nuevos diagnósticos, 863 fueron contactos de casos confirmados, 42 tuvieron su fuente de infección en el extranjero y en 32 no se había podido precisar la fuente de infección hasta el momento del cierre de la información oficial.
Ésta precisa además que, de 4 947 casos confirmados y activos, 59 pacientes permanecen en cuidados intensivos, de los cuales 28 son reportados en estado crítico y 31 como graves.
La mayoría de los nuevos casos volvieron a corresponder a las provincias La Habana (527), Santiago de Cuba (64) y Guantánamo (76), las de peor situación epidemiológica durante este tercer rebrote de COVID-19 en la isla, el más severo en lo que a número de contagios diarios y decesos se refiere.
El doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Minsap, detalló en su conferencia matutina de este sábado que 19 907 personas están ingresadas. Además de las que son casos confirmados y activos, 3 391 sospechosos son sospechosas de un eventual contagio.
Pacientes menores de 18 años
El viernes fueron diagnosticados otros 78 menores de 18 años como positivos a la enfermedad pandémica, cuatro de ellos lactantes. Durán informó que suman 711 los menores que son casos activos, mientras que el acumulado desde el inicio de la pandemia asciende a 4 776.
El galeno llamó a la responsabilidad de las familias y al cuidado y protección de los menores. Es grande el riesgo que estamos corriendo, muchos de estos niños tienen comorbilidades que pueden provocar cuadros de gravedad, alertó.
En apenas 12 días de febrero Cuba registró un número de niños, adolescentes y jóvenes contagiados de COVID-19 superior al de todo 2020.
Tercer rebrote de COVID en Cuba
El tercer rebrote de COVID-19 en Cuba obligó a retroceder de fase epidemiológica a varias provincias y municipios, entre ellas la capital, que, por sus características sociodemográficas, ha sido el territorio de mayor complejidad para el control de la enfermedad durante la mayor parte de los últimos 11 meses.
El régimen responsabilizó a los ciudadanos que han viajado y regresado del exterior del rebrote que padece el país desde mediados de noviembre, cuando decidió reabrir sus aeropuertos internacionales.
Si bien no ha emprendido un nuevo cierre de fronteras, decretó la reducción del número de vuelos diarios y amenaza a los cubanos residentes en el exterior con cuantiosas multas y sanciones en caso de que incumplan con las medidas sanitarias durante su estancia en la isla.
Asimismo, el 30 de enero decidió volver a la práctica de aislar durante días a todos los viajeros que arriben al país desde el exterior.
El oficialismo también sitúa la responsabilidad del incremento de casos en la ciudadanía, aunque para la opinión pública son las colas y las aglomeraciones para tratar de comprar algo en un país signado por la escasez las potenciales causas de que no mengüen los contagios al ritmo deseado.