El "sí" al nuevo Código de las Familias ganó el domingo en Cuba, pero marcado por cifras de abstencionismo sin precedentes en votaciones durante la dictadura.
De acuerdo con la presidenta del Consejo Electoral Nacional, Alina Balseiro Gutiérrez, acudieron a urnas 6 251 785 electores, para un 74.01% del padrón electoral básico de 8 447 467 electores. Es decir, un 26% no asistió a la convocatoria del régimen.
A favor del "sí" se contabilizaron 3 936 790 boletas, para un 66.87%; mientras que para el "no" se depositaron 1 950 090 boletas, para un 33.13%.
El 94.25% de boletas fueron válidas, a lo que se suma poco más del 5% de boletas anuladas.
Balseiro Gutiérrez indicó que queda pendiente cerrar el conteo en algunas circunscripciones de tres provincias.
"Posteriormente se darán a conocer los resultados totales, pero ya se puede confirmar que el Código de las Familias ha sido ratificado", declaró la funcionaria del régimen cubano.
De esta forma se legaliza en Cuba el matrimonio igualitario, derecho que acaparó gran parte de los debates previos a la aprobación de la actual Constitución de Cuba en 2019 y cuyo rechazo hizo que quedara excluido de la carta magna y fuese postergada su aprobación dentro del Código de las Familias.
Además del matrimonio igualitario, la ley contempla otros cambios que han motivado su rechazo en comunidades religiosas y parte de la ciudadanía bajo el argumento de que atentan contra la “familia tradicional y sus valores”.
El nuevo Código de las Familias incluye, además, la posibilidad de adopción para parejas homoparentales y la reproducción asistida.
Otro de los acápites más polémicos es el relacionado con la patria potestad, que establece la sustitución de la figura de “patria potestad” por la de “responsabilidad parental”, lo que significa una cesión de las familias al Estado de derechos y atribuciones sobre los menores de edad.
Según datos oficialistas la participación en el referendo constitucional de 2019 fue del 84,4%, y en el de 1976 alcanzó el 98%.