El sacerdote católico Kenny Fernández visitó este sábado como parte de su segunda campaña de oración por los presos políticos a Saily Núñez, esposa del cubano Maikel Puig Bergolla, preso desde hace más de cinco meses por sólo observar la manifestación popular del 11 de julio (11J) en el municipio Güines, provincia de Mayabeque.
Párroco del municipio Madruga, en la referida provincia, Fernández manifestó en Facebook su satisfacción por haber tenido el honor y la dicha de poder estar un rato con Núñez y compartir sus sufrimientos y esperanzas.
“Pude darle una gota de consuelo en medio del mar de lágrimas que está viviendo por saber que a su esposo y padre de sus hijos le piden 25 años de cárcel sin siquiera haberse manifestado. Y lo tienen en condiciones inhumanas en la prisión de Quivicán, aislado, enfermo sin sus medicamentos, el inodoro tupido, filtraciones de agua en la celda.... un horror”, escribió el sacerdote, crítico de las arbitrariedades del régimen y sus atropellos contra activistas, opositores y cualquier muestra de disidencia política.
Fernández comentó que en su visita a Núñez oraron juntos el Padrenuestro y el Ave María, pidiendo la excarcelación de Puig Bergolla. “Le di la bendición de Dios para que siga firme en su lucha pacífica sin desanimarse, exigiendo la libertad de su esposo”.
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“Fui a darle ánimo como si de mi madre se tratara, porque ella es una madre llena de dolor. Pero su sufrimiento no será en vano, sus lágrimas claman justicia al Cielo, y Dios hará justicia en su momento, eso lo creo firmemente”, escribió el sacerdote, al tiempo que afirmó que su corazón está con Núñez “y con todas las madres y esposas y familiares que están pasando esta dura pesadilla”.
La Fiscalía de San José De Las Lajas, en Mayabeque, pide 25 años de privación de libertad para Puig Bergolla. Según declaró Núñez a ADN Cuba, su esposo “no se manifestó”.
“Sólo observamos él y yo lo que estaba sucediendo”, dijo Núñez a esta revista, a la vez que detalló que la petición fiscal incluye cinco años por desórdenes públicos, un año y medio por desacato, cinco años por desacato de la figura agravada, 18 años por instigación a delinquir y 10 años por asesinato tentado, para una sanción conjunta de 25 años de cárcel.
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Puig Bergolla fue detenido el 12 de julio, un día después de las protestas, y se encuentra recluido en la prisión de máxima seguridad de Quivicán, en Mayabeque. De 41 años, tiene dos hijos menores de edad.
El grupo Justicia 11J, que recopila denuncias de detenidos y desaparecidos tras las protestas antigubernamentales de julio, ha contabilizado 1.334 detenidos por las manifestaciones, incluidos 45 menores de 18 años.
Al 31 de diciembre de 2021, al menos 708 personas continuaban encarceladas y alrededor de 200 habían sido condenadas a largos períodos de prisión, con sentencias de hasta 20 y 30 años, según los registros de la agrupación de activistas.