El opositor Demis Valdés Sarduy, integrante del Movimiento Cubano Reflexión participó en las protestas pacíficas del 11 de julio en Placetas, provincia Villa Clara. Una semana después, oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria y del Departamento de la Seguridad del estado lo detuvieron mientras estaba en el hospital con su hijo enfermo.
En el propio perfil de Valdés Sarduy, Yanela Sánchez, su esposa denunció su detención:
“En el día de hoy la Policía arrestó a mi esposo el opositor Demis Valdés con nuestro hijo Demis Daniel Valdés, menor de edad en el hospital de Placetas. Solo por participar en la manifestación pacífica pidiendo libertad para Cuba. Solo les recuerdo que mi esposo es cardiopatía que tiene un marcapaso y que lo arrestaron VIVO”.
Valdés Sarduy salió hacia el hospital de su comunidad el 18 de julio con su hijo que sufría de dolores estomacales. En la institución sanitaria fue detenido por el delegado Héctor de la Fe y activos de la PNR y la policía política. “Habían casi 20 policías”, contó a ADN Cuba Sánchez.
Desde entonces su esposa no ha podido verlo, aunque sabe que se encuentra detenido en la prisión La Pendiente, de Santa Clara y que está acusado del delito de “desorden público”, una contrevertida figura delictiva del Código Penal cubano por la cual se enjuicia de manera exprés a los detenidos en las manifestaciones.
La preocupación de Sánchez y de otras parejas y madres de detenidos, es que sus familiares contraigan la COVID-19 en las cárceles.
El sistema sanitario cubano ha colapsado en casi toda la isla y los registros de muertes y casos confirmados registran cifras alarmantes. Las condiciones de insalubridad y hacinamiento de las prisiones las convierten en sitios peligrosos para los reos.
“Las prisiones de aquí están llenas de COVID. Él tiene 41 años y es cardiópata, además de un un pulmón colapsado producto de la operación para colocarle el marcapaso. Es nuestro único sustento”, comentó Sánchez.
El disidente es padre de dos niños pequeños que presentan patologías y requieren de extremos cuidados, razón por la que Sánchez no trabaja y se dedica a atenderlos.
Sánchez refiere que la pequeña de dos años sufre de parálisis cerebral a causa de una sobredosis de un medicamento en un hospital cubano. El niño padece de vitíligo y una enfermedad de la piel que le impide exponerse al sol.
La familia nunca ha recibido ayuda social del Estado por las enfermedades de sus pequeños, lo que coloca a Valdés Sarduy en la difícil situación de proveedor principal de su familia.
“Mi esposo que es el único que trabaja es el que mantiene la casa y busca las cosas que hacen falta para los niños. Tengo hasta que darle la rehabilitación a la niña en casa porque actualmente no la están dando, no puedo ni salir a la calle”, dijo Sánchez.
Luego de las protestas del domingo 11 de julio, el régimen cubano desplegó una campaña de incriminación contra los manifestantes pacíficos, a manera de advertencia contra próximas revueltas antigubernamentales.
Cientos de cubanos fueron detenidos varios días después de las protestas, persiguiendo con saña a los miembros de la oposición cubana. Muchos de ellos siguen presos.
Hasta el momento 22 ciudadanos han sido condenados en juicios sumarios, según la organización sin ánimos de lucro Cubalex. La cifra de detenidos y desaparecidos que registra Cubalex asciende a más de 750 casos.