Noticiero racista separa a negros de blancos para difamar

La prensa castrista muestra gráficas racistas en las que, para difamar a opositores y periodistas independientes, los dividen en columnas en las que predominaban negros y blancos separados
Humberto López, y policías reprimiendo a una mujer negra en Cuba. Fotomontaje: ADN Cuba
 

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La abyección de Humberto López, entusiasta muñeco de ventrílocuo, y sus titiriteros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, les da para seguir perorando hasta el infinito sus mentiras sobre la sociedad civil cubana, los periodistas independientes, contra todo el que disienta de la dictadura.

La farsa castrista ya cansa, de burda y habitual. Semanas lleva la campaña en televisión nacional, replicada otros medios impresos y digitales, para tratar de amedrentar, apaciguar el entusiasmo levantado por la resistencia del Movimiento San Isidro, el grupo 27N y sus aliados. Cada noche, en el Noticiero el Estado cubano se muestra como es: machista, manipulador, racista…

“Lo que la televisión dice va dirigido a la gente, busca engañarlas, y no tanto a intimidar a las personas que difaman, quizá porque saben que ya eso no es posible”, consideró el narrador de ficción y reconocido periodista Carlos Manuel Álvarez.

El director de la revista independiente El Estornudo, quien el pasado domingo salió de Cuba, luego de semanas intensas de acoso y detenciones -pero también de denuncia al régimen en importantes medios internacionales-, reflexionó en Facebook sobre el material propagandístico emitido por el castrismo este miércoles:

“Es gracioso y significativo cómo la Seguridad del Estado me dice antes de mi salida que yo soy muy talentoso y públicamente me caricaturizan. Algo más he sacado de esos interrogatorios y encuentros, porque a mí también me gusta escudriñar. Todos los voceros lambones que salen en la prensa oficial —los Humberto, los Javier, y algún otro socotroco de turno— son despreciados por la policía política, que sabe lo que son: piezas de cambio, ventrílocuos desechables, siervos de ocasión”.

El joven intelectual pidió, que más allá de lo anecdótico -“toda esa sonsera me cansa un poco-, los cubanos “veamos la estructura ideológica de la propaganda emitida”.

En el Noticiero Nacional de Televisión “sacan dos gráficas de personas que consideran enemigas donde mezclan la leche con la magnesia, y dicen que la segunda es menos vulgar o algo así. Yo salgo en la segunda gráfica”, denunció Álvarez.

“Pero, ¿saben quiénes salen en la primera? Sí, todos los negros. Desde Denis Solís hasta Berta Soler. ¿Quiénes son los vulgares, o cosa similar? Los negros. Ese es el único esquema coherente y verídico, el clasista y el racista, que puede sacarse de las gráficas de la televisión hoy”, razonó el también columnista de medios como The New York Times, The Washington Post y El País.

Para él, lo que lleva adelante el castrismo en estos momentos es un plan “para avanzar hacia el estalinismo neoliberal”, acallando a las voces críticas mediante calumnias que justifiquen su represión, mientras ellos medran con lo poco de valor que se pueda exprimir a la miserable isla.

 

Fragmento de gráfica difamatoria publicada en medios del régimen:

 

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