Maykel Osorbo: “500 personas no pueden decidir por 11 millones de cubanos”

El rapero contestatario y activista Maykel Castillo, conocido como Osorbo, criticó la criminalización del disenso en Cuba bajo la dictadura, así como los privilegios de una reducida casta de funcionarios castristas
Rapero Maykel Osorbo en un videoclip
 

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El rapero contestatario y activista Maykel Castillo, conocido como Osorbo, criticó en una directa de Facebook la criminalización del disenso en Cuba bajo la dictadura, así como los privilegios de una reducida casta de funcionarios castristas.

Denunció que, por oponerse pacíficamente al régimen y expresarse libremente, se les “acusa diariamente de mercenarios, terroristas y diversionismo ideológico”.

Para ello, el gobierno apela entre otras artimañas al engaño de “esas generaciones de la tercera edad les cuesta mucho desprenderse de la realidad que han vivido, les cuesta mucho creer la realidad de las cosas que nos hacen, las cosas que suceden y de la realidad que tenemos, pero ya están abriendo los ojos”.

Según Osorbo, ha jugado un papel importante el adoctrinamiento sistemático: “Esa generación creció en base de un fidelismo empedernido. Fidel Castro como persona era muy manipuladora, no existe un líder en la historia de cuba que haya sido tan manipulador y mentiroso (…) no cumplió absolutamente nada de lo que prometió (…) solo reprimir al pueblo. Fue tan inteligente que engañó a millones de cubanos”.

Al rapero contestatario, que se ha convertido en influencer por su comunicación directa y franca hablando de los problemas del cubano, le entristece la inacción de mucha gente del pueblo ante el atropello.

“No puedo dejar que un grupito de personas tome decisiones por un pueblo, que un grupo de ministros, del Partido, hagan una reunión y cada vez que les salga (…) activen un decreto, activen una ley. Así funciona el 'proceso revolucionario': todo lo activan en pos de su protección”.

Criticó que no se fiscalice esas leyes dictadas por “tres o cuatro personas”.

“Me parece muy triste que un grupito que no llega ni a 500 personas tome la decisión de 11 millones de cubanos”, reflexionó.

“El cubano tiene que empezar por preguntarse quién toma las leyes que le dictan a ellos… 500 no pueden tomar las decisiones de un pueblo de 11 millones de gentes”.

“¿Cómo a alguien del Consejo de Estado [castrista] le va a interesar mi necesidad? Eso es mentira, no existe. Ellos toman leyes a su medida, para protegerse como mafia, para protegerse como compañía delictiva. Y el cubano no se da cuenta de eso…”

Estas cavilaciones de Maykel Osorbo surgieron de un video que circula en redes sociales, en el que se ve una pelea en una cola por comprar un pedazo de pollo. Mientras, el régimen sigue aplicando medidas económicas para su propia supervivencia.

“Eso lo admites tu cubano, lo soportas tú, el cobarde eres tú, yo y el vecino mío que soportamos esas cosas: que te metan una Constitución cuando les de la gana, que el presidente sea el mismo, que las leyes sean como les de la gana, que metan a tus familiares presos por cosas por las que no se va preso en ningún país…”

Critica que “entonces cuando sale una persona con mucho o poco nivel, que dice tres verdades, ahí viene la campaña de descrédito”.

Eso provoca que haya “cubanos todavía aquí en la isla que creen de verdad que somos delincuentes, y te hacen actos de repudio”.

“¿Por qué yo soy un mercenario? ¿Porque pienso en prosperidad y economía? ¿Porque no promuevo los símbolos patrios? Pero es que mi hija no come bandera cubana, ni se va a comer la palma real ni un tocororo. Mi hija ni yo vamos a la tienda a comprar con la bandera cubana”.

Maykel Osorbo se reconoce como un patriota, pero que no puede dejar de ver que “la realidad va más allá de un símbolo, más allá de la nación” cuya idea quiere vender el castrismo.

“Es incoherente que el 90 % de los cubanos vivan en la miseria”, denunció el activista, perteneciente al Movimiento San Isidro.

A los representantes del régimen que monitorean sus redes sociales, dijo: “Yo puedo ser patriota, pero con mis conceptos e ideas. Si tú no me estás ayudando, me tienes metido contra la pared (…) como institución me esclavizas porque tengo que comprarte a ti. Eso no es Revolución, es robo de ilusión”.

 

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