Han pasado unas 96 horas desde que el artivista cubano, Luis Manuel Otero Alcántara no ingiere alimentos ni agua. Entra así en su quinto día de huelga de hambre y sed.
Su estado de salud es cada vez más frágil ante las implicaciones de una acción como esta, sobre todo por la falta de agua.
"Mañana puedo amanecer con mucha menos fuerza. Cada día voy a tener menos cosas que hablar. Indiscutiblemente estoy débil y hablar me está costando", contaba este 28 de abril en un audio.
Asimismo, el fundador del Movimiento San Isidro (MSI) reflexionó que "la vida es un montón de experiencias y relaciones que hacen que sea tuya. Pero la responsabilidad de la vida también es de esos seres que están alrededor de uno. Con eso quiero decir que ahora mismo mi
vida está complementada por todo el mundo", añadió.
Otero Alcántara dejó claro que "no estoy apostando por la muerte ; siempre voy a estar apostando por la vida, pero digna".
Luis Manuel se encuentra solo en su vivienda, con visitas muy restringidas y rodeado de un enrome cerco policial.
Huelga contra cerco policial y robo de obras
El artista comenzó el 25 de abril otra huelga de hambre y de sed por sus derechos humanos, civiles y políticos, vulnerados por las autoridades del país.
Fue la rapera e intérprete de jazz Yenisleydis Borroto Vega, conocida como AfrikReina, quien informó que Otero Alcántara entraba nuevamente huelga.
"Luis no está sólo, seremos muchos en las calles en solidaridad con él. DSE (Seguridad del Estado), PCC (Partido Comunista), midan las consecuencias. No digan que no se les advirtió. Continúen generando odio sin tener bolsillos para el vuelto", escribió en un post de Facebook.
Además del retiro del cerco policial en su barrio, exige 500 mil dólares por los daños a las obras, durante la invasión a su domicilio el pasado 16 de abril, y una disculpa pública del gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel.
Organizaciones opositores de la Isla se han solidarizado con él, como la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), el 27N y las Damas de Blanco.
Asimismo los organismos internacionales como Human Rights Watch (HRW) también están pendientes de su estado.