La reportera independiente Camila Acosta, fue interrogada este miércoles por agentes de la policía política cubana a su llegada al Aeropuerto Internacional José Martí. Asimismo, autoridades de la Aduana le confiscaron artículos que consideraron "propaganda subversiva", según denunció la joven en su perfil de Facebook.
Acosta contó que llegó al Aeropuerto a las 10 de la mañana y allí la esperaban varios agentes de la Seguridad del Estado. “Me pidieron el pasaporte y me dijeron que era una inspección de rutina”, agregó.
Sin embargo la pasaron a un “cuarto de interrogatorios”, y le aseguraron que la esperaban “desde temprano”. De acuerdo con el testimonio de la reportera— que trabaja como especialista en comunicación del Club de Escritores y Artistas de Cuba (CEAC), una entidad independiente al estado cubano—, los oficiales de la policía política se identificaron como “Osvaldo” e “Iván”.
“Me interrogaron por alrededor de una hora sobre mi trabajo, mi familia, amigos, el motivo de mi viaje a los Estados Unidos... Al quedar bien clara mi postura como periodista independiente y disidente, me preguntaron si conocía a los opositores Nancy Alfaya, Jorge Olivera, Marthadela Tamayo, Osvaldo Navarro Veloz y Ángel Santiesteban-Prats”, explicó en una publicación en su muro de Facebook.
Luego los oficiales le habrían recomendado que se informara con los opositores y activistas antes mencionados sobre “las consecuencias” de su trabajo, aunque le advirtieron que no se trataba de una amenaza.
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Tras el interrogatorio, la muchacha fue inspeccionada nuevamente por “dos mujeres agentes de la Aduana” que revisaron minuciosamente todas sus pertenencias, dijo, y señaló que “incluso tomaron fotografías de mis notas en una agenda”.
Acosta asegura que la inspección aduanera terminó con el decomiso de 2 unidades USB— “(pues llevaba 4 y la ley solo permite 2)”—, “5 ejemplares de la novela El Verano en que Dios Dormía, de Ángel Santiesteban Prats”; “11 folletos sobre la violencia de género”, y “1 gorra de promoción de la película Plantados, que está filmando Lilo Vilaplana”.
Los artículos decomisados, con excepción de las unidades USB, fueron considerados “propaganda subversiva” por las autoridades, según la joven.
“La película de Lilo Vilaplana constituye un homenaje a los presos políticos cubanos que se enfrentaron al régimen en la década del 60 y que fueron asesinados o condenados a décadas de cárcel”, comentó.
Camila Acosta estuvo como invitada este martes en el show online Hola Ota-Ola, donde habló del estado actual de la prensa en Cuba y denunció el caso de Roberto de Jesús Quiñones, quien permanece encarcelado en una prisión de Guantánamo por ejercer el periodismo al margen del oficialismo, aunque judicialmente se le imputaron delitos de “desobediencia”.