Holguín continúa su día a día en absoluta normalidad. Parques repletos de jóvenes, niños y ancianos; las colas que sí son continuidad y una calma que pudieran ser signos engañosos para un visitante desprevenido.
Es como si nadie supiera del peligro que se cierne sobre cada ciudadano, sin distinción alguna.
Solo en la prensa se habla del COVID-19 y se intenta, se logra, transmitir esa tranquilidad que puede resultar fatal.
El rotativo oficial Ahora, en su única edición semanal, ha publicado que:
“Como parte de las medidas de prevención del Covid-19 en la provincia de Holguín se desarrollan, en centros estudiantiles y de trabajo, audiencias sanitarias sobre el nuevo coronavirus……
Paralelo a las audiencias sanitarias, que también se efectuarán de manera progresiva en las comunidades por los médicos de la familia, en la provincia se acometen acciones de capacitación sobre el coronavirus y la COVID-19 en la UCMHo, dirigidas al personal médico del territorio holguinero.
Lea también
Lea también
En esta actividad, importante rol tienen los especialistas y directivos de la provincia de Holguín, que recibieran preparación previa en el Instituto Cubano de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK).”
También se publica que la dirección provincial de salud en el territorio ha habilitado un puesto de dirección para que las personas se comuniquen ante el conocimiento de síntomas relacionados a la enfermedad. El número telefónico es 24-473036.
Además, los interesados podrán contactar con especialistas del sector para obtener información sobre la epidemia.
Aunque se publican las medidas aprobadas por el estado para la prevención del virus y se fabrican, siempre en cantidad insuficientes, naso bucos en las cuatro fábricas textiles del territorio, la percepción de riesgo no es aún todo lo masiva que debería ser.
Por otra parte, el órgano oficial del partido en Holguín publicó una entrevista a la doctora Katia María Ochoa Aguilera, directora provincial de salud, donde informó que la provincia dejó atrás la fase de vigilancia para entrar en la pre epidémica, al identificarse en el país los cuatro casos positivos al nuevo coronavirus SARS-COV2.
La doctora aclaró que en la provincia no existía ningún caso confirmado hasta el pasado viernes y que se mantenían 15 personas aisladas entre extranjeros y nacionales, en el hospital militar Fermín Valdez Domínguez.
Sin embargo, no es posible acceder a datos sobre la cantidad de pacientes ingresados bajo sospecha, debido a que el centro hospitalario es de total control gubernamental. Sólo tienen acceso a él los pacientes vinculados a las FAR, el Minint y sus familiares, así como, ahora, los sospechosos de haber contraído la enfermedad, por supuesto bajo absoluto aislamiento y vigilancia, seguramente no solo del personal médico de la entidad.
Aunque se pueden encontrar por todas partes personas usando mascarillas de tela, el holguinero no se encuentra ni bien informado ni preparado para enfrentar la epidemia. El sentido común que indica el aislamiento no está siendo despertado por las autoridades, al tiempo que la situación de sobrevida sigue siendo más preocupante para los habitantes de Holguín que la continua llegada de turistas, posibles portadores asintomáticos del germen.
Quizás por la falsa sensación de tranquilidad que transmiten los medios, a los holguineros les preocupó más la venta de papas normadas a tres libras por persona, que se vendieron durante el fin de semana pasado en los mercados del agro por la libreta de abastecimientos.
Sin embargo, este miércoles la falsa normalidad se vio sacudida por la detección del onceno caso de coronavirus en Cuba, en Holguín. Ahora refiere que se trata de un ciudadano canadiense, de 57 años de edad, que arribó a la isla el 14 de marzo procedente de Canadá.
Arribó en vuelo directo a la provincia de Holguín y se hospedó en el Hotel Río de Oro, del municipio de Rafael Freyre. No obstante, habrá que ver si la noticia genera el impacto esperable, tanto en las autoridades como en el pueblo, que también debe poner sus cuotas de civismo y responsabilidad.