Leonel G. Moreno denunció varias situaciones sobre su vida después de retirado. Lo dio todo por la llamada Revolución cubana y hoy vive en difíciles condiciones.
Leonel lleva viviendo más de cincuenta años en una cuartería de Caimanera, en la oriental provincia de Guantánamo.
"Quisiera como cubano que se me legalice y que el que tenga la culpa de eso, que la pague”. El hombre se encuentra en una disputa legal con su ex pareja, pues le prestó un cuarto propiedad de él y le dieron la propiedad a ella. Cree que tal vez hubo sobornos de por medio.
Cuenta además que tiene 14 zafras "millonarias" en su historial y vive en condiciones precarias.
Pasó cuatro escuelas de preparación de personas afines al régimen, aseguró a ADN Cuba. Se trata de la conocida escuela del Partido Comunista de Cuba (PCC), la escuela Capitán San Luis, entre otras.
Además, se graduó de jefe de abastecimiento en la escuela de Palma Soriano, Santiago de Cuba, y dirigió un central.
Se retiró con un sueldo de 340 pesos cubanos (13 dólares aproximadamente), a pesar de haber trabajado durante 44 años. “No me alcanza la chequera que me dieron”, confiesa.
Esta revista también dio cobertura el pasado 18 de mayo al caso de Raúl Portillo Sama, quien fue oficial del Ministerio del Interior (MININT), enfermo y sin recibir ninguna ayuda por parte del régimen cubano.
En medio de la pandemia del nuevo coronavirus a Raúl le dieron isquemias cerebrales y apenas puede pronunciar algunas palabras. Estuvo ingresado un mes en el hospital habanero Calixto García, donde se le puso una sonda y se le hizo un TAC para comprobar su deteriorado estado de salud.
Quien trabajara toda una vida para dicho Ministerio tenía un salario mensual de 800 pesos cubanos (32 dólares) y ahora con la jubilación el mismo se le redujo a 425 pesos (17 dólares), con los cuales nadie puede mantenerse en Cuba.
Además, Portillo Sama estuvo invitado a Suecia para participar en la 50ª edición del Art Basel acontecida en 2019, donde habló maravillas de la Revolución cubana y dijo que no se quedaría a vivir en ningún otro país.
"¿Ahora dónde está la revolución que debería apoyarlo en estos momentos? Al final tú trabajas con el gobierno cubano y no sirve de nada. Al final quedas al olvido, te dejan tirado a un lado", lamentó el hijo del ex oficial.
En Cuba no existen ONGs independientes reconocidas sin la bendición del régimen, por lo tanto, a los veteranos no les queda otra opción que buscar ayuda por los canales oficiales.