El cubano Luis Alberto Sánchez, alias “Lilipi”, murió recientemente luego de semanas hospitalizado por un trauma craneal, y en las redes sociales estallaron las denuncias de que había sido provocado por un altercado con la policía en una cola.
En diversos perfiles afines al régimen o desde donde se originan campañas de la Seguridad del Estado –así como en el Facebook del periódico del partido comunista en Pinar del Río–, circularon otras versiones contradictorias, negando las denuncias de violencia policial. Sin embargo, muchos cubanos desconfían de la narrativa oficial, y están exigiendo respuestas convincentes, y justicia.
“Ya comenzaron las amenazas y las presiones por parte de la Seguridad del Estado para silenciar a las personas cercanas al muchacho que murió en Pinar del Río tras ser golpeado en la cabeza por un oficial de la policía”, escribió en Facebook el cubano Kike Bolaños, residente en México.
Refiere que “lo conocía de vista en Pinar del Río” y que lo tildaban de “tránsfuga”, pero “muchos sabemos que no hay que hacer mucho en Cuba y menos en una ciudad pequeña como Pinar del Río para que muchos usen ese adjetivo en tu contra”.
Bolaños recuerda que “el neurocirujano que lo atendió diagnosticó que el daño fue producto del golpe con un objeto contundente en la cabeza, pero los testigos no quieren hablar”.
“A mí me da igual lo que Lilipi haya hecho, él tiene aún después de muerto derecho a la presunción de su inocencia. Hoy muchos cambian la vista ante esta injusticia, pero lo cierto mis querid@s es que seguirán habiendo Hanseles y Lilipis, también porque son negros y despiertan menos solidaridad entre los conciudadanos por triste que eso sea”, denunció Bolaños, haciendo referencia a otro joven que murió por disparos de la policía por la espalda, a mediados del 2020.
Kike Bolaños cuestionó: “¿Hasta cuándo gente? ¿Hasta cuándo cuban@? ¿Hasta cuándo pinareñ@? ¿Quién le pone el cascabel a la Seguridad del Estado en Cuba? ¿Quién frena a todo ese aparato represor, racista, totalitarista y de doble moral?”
“Yo me convencí de que somos nosotros, nuestras voces, defendiendo nuestro derecho a expresarnos libremente, solidarizándonos con la familia y los amigos de esos que siguen muriendo a manos de policías que están tan jodidos como los demás, pero parece que tener a quien pisotear es el desahogo de ellos”, denunció el joven, utilizando las etiquetas #encubahayunadictadurachallenge y #JusticiaParaLilipi.
Bolaños hizo “un llamado a buscar testigos de lo que ocurrió ese día (martes 8 de diciembre de 2020) frente a La India en la calle Real de la ciudad de Pinar del Río alrededor de las 11am”.
“Todo el que sepa algo puedo escribirme por privado si no se atreve a publicarlo. Usemos el hashtag #JusticiaParaLilipi para darle visibilidad en todo el mundo (…) Creo que la sociedad civil cubana necesita un programa de protección de testigos”, concluyó.
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Este martes el régimen cubano dio su versión de la muerte del ciudadano en Pinar del Río, en la cual se desmiente la implicación de los uniformados y alegan algo que parece ser un traumatismo repentino.
El periódico local Guerrillero comienza explicando que la policía llegó a las cercanías de la tienda La India, en la cabecera provincial, para “mantener el orden”. Allí se encontraba Luis Alberto Sánchez sin su documento de identidad. Sánchez alegó que estaba en trámites de conseguir uno nuevo.
ADN Cuba reportó que en las redes sociales varios cubanos y ONG denunciaron que el encuentro terminó en una riña, al parecer porque la discusión entre el hombre y los agentes subió de tono. Sánchez falleció el sábado 2 de enero, según estas versiones como resultado de la pelea, y luego de permanecer días hospitalizado con un golpe severísimo en la cabeza.
Pero el gobierno y la prensa local tienen un relato diferente. Cuando la policía le pidió su carnet de identidad, “de forma repentina el ciudadano Sánchez Valdés cae de sus propios pies y como resultado de la caída se golpea en la cabeza con el pavimento”.
Guerrillero alega también que hubo cuatro testigos del hecho, que lo comprueban, pero no dice cómo se llaman, qué hacían allí ni ofrece el menor detalle para identificarlos. Poco después de esa nota, ha comenzado a circular un video en cuentas anónimas de YouTube que reproducen contenidos favorables a la Seguridad del Estado, con supuestos testigos del hecho. Los individuos, en un material visiblemente manipulado, refrendan la versión oficialista.
El periodista y académico José Raúl Gallego, comentó en el poste de Kike Bolaños, cuando una persona sacó a colación la existencia de las supuestas “pruebas” del régimen: es un “video que están circulando perfiles de la Seguridad del Estado y que no trae la firma de ningún medio de comunicación, por lo que presumiblemente también fue hecho por la propia Seguridad del Estado”.
En su perfil personal de Facebook, Gallego continuó cuestionando la narrativa del Estado en este caso: "Los oficiales, que en la versión de las redes lo golpearon con las tonfas, aquí procedieron a buscarle ayuda. Según la nota oficial, cuatro testigos presenciales corroboraron esta versión, pero en las redes ya se habla de presiones a quienes acompañaban al joven y también a su familia, igual que hicieron con los familiares de Hansel hace pocos meses. La prensa independiente seguramente aportará pronto más datos sobre este suceso, pero a primera vista, esta historia de joven negro (dato importante) al que piden el carné, se cae solo y muere, suena poco creíble".
Una fuente cercana a la víctima confirmó a la ONG Cubalex que el joven se encontraba en una cola donde discutió con la policía, lo empujaron y él cayó al piso y se golpeó la cabeza. Aun así, el agente habría continuado golpeándolo con su tonfa.
Además de Cubalex, en un grupo en Facebook llamado “Todo Cuba 2.0”, igualmente se denunció el hecho bajo esta sentencia: “Atención, noticia en desarrollo. En Pinar del Río acaba de fallecer un jovencito que la policía le reventó la cabeza con una tonfa. Este es el muchacho le decían Lilipi”.
Sin embargo, a esa publicación, otra persona de nombre Damarys Reyes, dijo que lo que había sucedido era un “ataque de epilepsia, y nada de cuentos, que yo lo vi. Andaba sin nasobuco y le estaban pidiendo el carné cuando se desmayó y se golpeó con el contén”.
Constantemente, desde las redes sociales, la población cubana está denunciando casos de brutalidad policial a lo largo de la isla, en especial en las colas donde los cubanos buscan con insistencia comprar productos básicos de consumo.