Por estos días el castrismo ha vuelto a arremeter contra los cuentapropistas, desde sus medios de comunicación y propaganda, pero también con grupos de inspectores y policías en las calles, en una verdadera cacería de brujas, bajo el argumento de que algunos venden con precios "abusivos".
Este 26 de diciembre el oficialista Granma publicó un artículo en su página web donde, siguiendo con el discurso del régimen, asegura que "no habrá impunidad ante los precios abusivos y los especuladores que afectan al pueblo".
El texto hace referencia a lo que vive por estos días la provincia de Cienfuegos, donde "las estructuras dedicadas al enfrentamiento a las violaciones de los precios en la provincia" se encuentran como hienas hambrientas buscando a qué meterle el diente.
Con esta serie de operativos de control el régimen pone una vez más de manifiesto su doble rasero, pues si de precios alto se trata, para donde primero debiera mirar es para su tiendas en moneda libremente convertibles (MLC), las cuales, además de tener precios verdaderamente abusivos, son en divisas que no circulan en el país, a las cuales la mayoría del pueblo no tiene acceso.
Según Granma, "en Cienfuegos se incrementó el rigor y la exigencia en las inspecciones ante las violaciones de precios cometidas por carretilleros, cocheros ilegales y trabajadores por cuenta propia que venden productos que no forman parte de su actividad".
Refiere además que "quienes pretender medrar a cuenta de sus semejantes", con estas acciones también están atentando directamente contra los propósitos de la Tarea Ordenamiento, como si ese conjunto de nuevas medidas económicas no atentara directamente contra el bienestar del pueblo.
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Explica Granma que este accionar inició en Cienfuegos el pasado mes de octubre, cuando las autoridades comenzaron a verificar "en la provincia una progresiva tendencia alcista en los precios, sobre todo en lo vinculado al sector del trabajo por cuenta propia en la venta de productos alimenticios, textiles y de ferretería. También en los servicios prestados en peluquerías, barberías, manicures, cafeterías y paladares".
A pesar de este mecanismo represivo el fenómeno se agudizó, como ha venido pasando en el resto de la geografía nacional, principalmente por la terrible escasez que vive el país, pero más aún luego de que fuera anunciada hace unas semanas la llamada Tarea Ordenamiento, de la que se conoce, según lo dicho por los propios funcionarios del castrismo, que conllevará una devaluación del peso cubano y una especie de inflación programada, que programada o no, al final perjudicará el bolsillo del pueblo.