La imagen es tan fuerte y conmovedora que cuesta mirarla dos veces. Publicaron en redes la foto de una mujer a quien, para cerrar la herida de un parto, la sutura y otros procedimientos que le habrían practicado en un hospital de Cuba no pueden ser calificados de otra manera que monstruosos.
Nalvis Vallin asegura que la paciente es su prima, mal atendida durante el mes de julio en el Hospital General Docente “Enrique Cabrera Cossío” (conocido como el Hospital Nacional).
“Disculpen si hiero la sensibilidad de alguien, pero es algo que debo denunciar... La gran potencia médica cubana es la causante de esta atrocidad”, escribió en Facebook Vallin.
“Ella es mi prima, le tuvieron que hacer una cesárea por preeclampsia... Nació la niña y la dejaron en el hospital porque nació prematuramente y mandaron a mi prima para la casa, en la casa empezó a experimentar fiebre alta, cuando la llevaron al Hospital Nacional la subieron de emergencia a cuidados intensivos porque la infección era muy grande por algo que dejaron dentro”, explicó.
El relato conmueve tanto como la terrible imagen donde impacta las huellas de infección, el tamaño y la chapuza de la sutura realizada. Según el familiar de la presunta víctima, a la joven “terminaron vaciándola. Ya no puede tener más hijos”.
Nalvis Vallin arremetió contra la propaganda del régimen que muestra como estandarte las supuestas “bondades” del sistema de salud cubano, muy deteriorado a pesar de que su venta en el extranjero es uno de los principales negocios gubernamentales: “¡Y los muy hp se vanaglorian de tener una potencia médica y exportando médicos como si en verdad fueran los mejores del mundo!!!!”
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Los comentarios en la publicación no se hicieron esperar, de cubanos indignados por lo que está sucediendo en cada vez con más frecuencia en hospitales de la isla. La usuaria que se identifica como Niguidia Fuente, escribió que en sus “años como enfermera en el hospital de Pinar del Río nunca vi cosa igual, al médico que hizo esa sutura dónde le dieron el título, que horror, potencia médica de qué”.
Dayesis Moreno refirió que “los mismo le hicieron a mi madre. Yo soy su única hija”.
Según el Directorio de Instituciones del Ministerio de Salud Pública (Minsap), el Hospital General Docente “Enrique Cabrera Cossío” asume la atención a un nivel secundario de salud de los problemas del municipio Boyeros, “colaborando de forma organizada y planificada con otros municipios según su disponibilidad de recursos; así como la formación de estudiantes nacionales y extranjeros, técnicos, profesionales, docentes y cuadros de la Salud”.
El centro es conocido como Hospital Nacional, y se ubica en la Calzada de Aldabó No.11117 Esquina E, Altahabana. En la página del Minsap se asegura que ese hospital trabaja “fundamentado en los principios de la idoneidad, alta calidad científica con tecnología de punta y ética profesional, para lograr mejor calidad de vida y satisfacción a la población”.
ADN Cuba está contactando con familiares de la presunta víctima para ofrecer más detalles del caso. Lamentablemente, no es la única denuncia similar reportada en estos días.
Indignada por la atroz sutura hecha a su padre luego de una operación, otra cubana arremetió en redes sociales, esa vez contra el Hospital Clínico Quirúrgico “Comandante Faustino Pérez”, de la ciudad de Matanzas.
Las quejas contra instituciones sanitarias en la isla, son muchas y cada vez más visibles en las redes sociales. A contrapelo del relato oficialista que llama a sacrificar libertades por una supuesta “salud gratis y de calidad”, entre otros dudosos “privilegios” de vivir bajo el castrismo, muchos cubanos se preguntan qué se hace con las sumas millonarias de dólares que ingresa el régimen por su venta de servicios médicos a otros países. Miles de profesionales son enviados a trabajar en el extranjero, mientras que en Cuba hay falta de personal y materiales, así como desmotivación e inexperiencia en muchos de los que permanecen sin ir a una “misión”.
“Ese brazo que ustedes ven ahí es una operación que le hicieron a mi padre en el hospital Faustino Pérez donde trabaja mi tía y mi hermana. Yo quiero que me digan qué cirujana estética hiso esta atrocidad”, escribió Candelario en un post de Facebook.
Lo que mostró, ciertamente conmueve e indigna. El brazo de su padre se ve cosido de muy mala manera, con hilos desiguales que dejaron pliegues grotescos y enrojecido por una posible infección.
Refirió la cubana que tiene “el pecho apretado por querer ver al director del Faustino y saber cómo él puede poner a trabajar a cualquiera mata vaca porque eso es lo que son: unos mata vaca y alcohólicos que operan hasta borracho”.
La denunciante afirmó que no pondría el nombre de la persona con responsabilidad directa sobre la chapuza médica, “porque se va a enredar la pita”, presumiblemente debido a que Candelario cuenta con familiares que laboran allí.
Sin embargo, cuestionó el sistema de salud tan presumido por el régimen: “quiero saber qué están estudiando en cuba porque miren esto no es el padre del director del hospital, es el mío que lo han cosido con dos colores de hilo y le han dejado una teta que parece un culo de pollo…”
Aseguró que ella con su denuncia estaba dispuesta a ir “donde tenga que llegar, conmigo no hay miedo”.
Katia Candelario deseó que su padre “no pierda el brazo, porque en Cuba se perdió la vergüenza”. Refiriéndose a la propaganda oficialista, dijo: “no quiero oír más 'Cuba salva', que magos no son [;] lo que existe hoy en día son una partida de residentes curanderos”.