Los problemas con la red de abasto de agua potable en La Habana continúan afectando a la población más allá de la escasez del vital líquido que provocan los incontables salideros que se ven en toda la ciudad.
El constante correr del agua por calles y avenidas, y las irrisorias reparaciones que terminan con roturas de asfalto y aceras, dejan huecos que luego ninguna entidad estatal quiere arreglar y que provocan numerosos accidentes de autos y transeúntes, como en el caso que denunció Antonia Méndez González en una carta enviada a la redacción del oficialista periódico Juventud Rebelde.
Antonia Méndez, quien reside en calle 225 no. 20639, entre 206 y 210, Fontanar, Boyeros, La Habana, explicó en su carta, a la cual el mencionado periódico dio acuse de recibo este este 6 de diciembre, que en su cuadra hay varios salideros de agua potable que corren por toda la calle. "Ya en dos ocasiones hubo casos de dengue, y una señora mayor se cayó y se fracturó un hombro".
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Si ya los casos de dengues eran suficiente motivo para poner a correr a las autoridades y directivos de las entidades responsables de solucionar esta situación, el accidente de una señora mayor que terminó en una fractura de hombro ya está a otro nivel. Sin embargo, según cuenta Antonia en su carta, hasta este momento no se le ha dado ninguna solución al problema, como si no existiera, a pesar de las numerosas quejas que han presentados los vecinos en varias instancias.
Al respecto señala Antonia que los residentes del lugar se han quejado en varias ocasiones con el delegado del Poder Popular, pero eso no se ha traducido en ninguna acción concreta que ponga fin a los numerosos salideros y a los riesgos que estos representan para los vecinos y los que por allí transiten.
De igual manera algunos vecinos de su cuadra han ido a la oficina de Higiene y la Dirección Municipal de Salud Pública, pero esto tampoco ha servido de nada.
Afirma que asimismo, el pasado 13 de agosto los vecinos se tomaron el trabajo de llamar a Aguas de La Habana del territorio, pero todo sigue como el primer día.
"Y seguimos sin solución. Tenemos 23 niños y un total de 145 personas solo donde existen los salideros", concluye Antonia su misiva, con la esperanza de que luego de esta denuncia los responsables corran a darle una solución al problema.