La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, siglas en inglés), en conjunto con una coalición de fiscales de 46 estados del país, presentó este 9 de diciembre una demanda por monopolio contra Facebook. La medida aspira a reducir el tamaño de la empresa y su posición dominante en el mercado.
Los demandantes acusaron a Facebook de mantener “ilegalmente” su posición de “monopolio” en el sector de las redes sociales “durante años” mediante una serie de conductas anticompetitivas, incluyendo la compra de posibles rivales como Instagram y WhatsApp en 2012 y 2014, respectivamente.
“Este curso de conducta daña la competencia, deja a los consumidores con pocas opciones para sus redes sociales personales y priva a los anunciantes de los beneficios de la competencia”, subrayó la FTC en un comunicado en el que dio a conocer la acción.
Los demandantes solicitaron al tribunal que obligue a Facebook a realizar desinversiones de activos o reestructuraciones de su negocio, especialmente en relación con WhatsApp e Instagram. Asimismo, la FTC y los estados demandantes esperan que la compañía no pueda imponer “condiciones anticompetitivas” a los desarrolladores de ‘software’ y que la empresa tenga que buscar aprobación previa para cualquier fusión o adquisición futura.
Según la acusación, Facebook decidió comprar Instagram para aprovechar el cambio de preferencias hacia la publicación de fotos y el auge de los “smartphones” en lugar de competir con ella. Asimismo, en 2014 la empresa acordó comprar WhatsApp ante el riesgo de que el servicio de mensajería instantánea para neutralizar su futura competencia, ya que sería difícil para cualquier otra aplicación ganar la cantidad de usuarios que ya había logrado WhatsApp.
La empresa californiana pagó en 2012 unos 1000 millones de dólares para hacerse con Instagram y en 2014 desembolsó 19 000 millones para comprar WhatsApp.
Asimismo, la FTC y los fiscales acusan a Facebook de haber realizado prácticas anticompetitivas al haber restringido el acceso a su interfaz de programación (API) a aquellos desarrolladores y empresas que no se comprometieran a no crear funcionales que compitieran con Facebook.
“En lugar de competir en base a los méritos, Facebook usó su poder para suprimir la competencia y así poder aprovecharse de los usuarios y ganar miles de millones convirtiendo los datos personales en una vaca lechera”, denunció la fiscal James.
Tras anunciarse las demandas, las acciones de la compañía en Wall Street cayeron con fuerza, aunque poco después lograron estabilizarse y a una media hora del cierre perdían alrededor de un 1,80 %.
Facebook ha rechazado constantemente las acusaciones de monopolio, argumentando que los consumidores tienen muchas opciones sobre cómo interactuar en línea.
“Estamos revisando las acusaciones y pronto tendremos algo más que decir. Años después de que la propia FTC aceptara nuestras adquisiciones, el Gobierno ahora quiere enmendarlas sin tener en cuenta el impacto que tendría ese precedente en la comunidad empresarial o en la gente que elige usar nuestros productos cada día”, indicó la empresa en un comunicado difundido en su cuenta de Twitter.
La empresa de Zuckerberg también tiene problemas con las empresas de comunicación líderes. Los grandes medios norteamericanos critican a Facebook por su doble discurso en torno a las minorías: mientras respaldan la lucha contra el racismo y la discriminación, se convirtieron en la principal plataforma para la desinformación y propagación del odio.
Por su parte, la agencia de protección al consumidor aseguró que también revisaría los acuerdos realizados por Amazon, Apple, Microsoft y la matriz de Google, Alphabet, desde 2010 en medio de crecientes quejas sobre plataformas tecnológicas que han dominado sectores económicos clave.
El Departamento de Justicia norteamericano y once estados iniciaron un proceso contra Google a mediados de octubre, acusando al grupo de abusar de una cuasi-hegemonía con su buscador.