La activista y rapera Yenisleydis Borroto Vega, conocida como Áfrika Reina, intentó salir de su casa este 24 de mayo, pero fue interceptada por fuerzas de policía que la mantienen bajo estricta vigilancia.
Según la opositora María Matienzo, Borroto iba a realizar tareas rutinarias junto a su hijo, cuando le comunicaron que no podía salir de su casa.
Áfrika Reina, vinculada al Movimiento San Isidro (MSI), ha sufrido toda la colección de métodos intimidatorios de la Seguridad del Estado contra miembros de la sociedad civil independiente: vigilancia, chantaje, desaparición forzada, arrestos “preventivos” …
En abril, fue abordada en la calle por agentes de policía, quienes la detuvieron y la condujeron por horas a una estación policial.
Áfrika Reina también fue retenida arbitrariamente días antes, para impedir que acudiera a la sede del MSI en la Habana Vieja, donde se vivió una protesta pública en la calle, denunciando la represión del gobierno.
Otros miembros del MSI están encerrados o encarcelados en estos momentos. Luis Manuel Otero, líder del Movimiento y su figura más visible, continúa internado contra su voluntad en el hospital Calixto García de La Habana luego de protagonizar una huelga de hambre y sed.
Opositores y disidentes sospechan que el régimen esté utilizando contra él drogas o métodos similares para desequilibrarlo mental y físicamente.
No sería la primera vez que un huelguista cubano muere mientras permanecía en instituciones de salud cubanas. Orlando Zapata, el disidente cubano que murió tras 86 días en huelga de hambre en 2010, también recibió un tratamiento intravenoso similar en el hospital de Camagüey.
El rapero Maykel “Osorbo” Castillo, uno de los protagonistas del tema Patria y Vida, continúa en paradero desconocido. El artista fue detenido arbitrariamente dentro de su vivienda en La Habana por agentes de la policía del régimen.
El colaborador de ADN Cuba Esteban Rodríguez permanece en Villa Marista —sede de la Seguridad del Estado—, al menos desde el 9 de mayo, única vez que pudo comunicarse con su familia tras su arresto del 30 de abril.
Los miembros del MSI figuran entre los opositores que sufren un represión constante por parte de las fuerzas del régimen cubano, debido a su singular activismo, mezcla de arte con política, en uno de los barrios más pobres de La Habana.