Lorenzo Martínez Cadena, un anciano con demencia senil está desaparecido en La Habana desde hace cinco días. La usuaria identificada en Facebook como Migdalia Álvarez Martínez, publicó en su perfil personal un mensaje pidiendo ayuda para localizarlo y compartió imágenes.
“Necesito ayuda para encontrar a mi tío que está muy viejito y con demencia senil, me pueden llamar al 76209725 o al 52586510”, pidió Álvarez Martínez.
Según se especificó “está desaparecido desde el pasado martes 23” y es residente del municipio habanero del Cerro.
Como muestra de apoyo casi 500 usuarios han compartido la publicación de la sobrina de Lorenzo Martínez, aunque al momento de esta nota todavía su familia no ha podido encontrarlo.
ADN Cuba también publicó este mes la historia de otro anciano desaparecido en la capital cubana. El joven cubano identificado en Facebook como Raúl SA comentó el 17 de junio en su perfil personal, que había hallado a un anciano deambulando frente al Clínico de 26, en Nuevo Vedado, La Habana. Él se encontraba aún en horario de trabajo, -es el jefe de turno de esa entidad de salud- y compartió su preocupación por el señor, que se encontraba totalmente desorientado, sin alimentarse desde hacía varios días y descalzo.
Luego de pasar un día entero acompañando y auxiliando al anciano, Raúl logró que se volviera a reunir con su familia. Una historia de bondad y respeto.
“Me le acerco y le pregunto si se sentía mal (…) resulta que el señor tiene demencia, anda descalzo y no dice cosas coherentes”, comentó el joven.
Los ancianos de estas historias tienen familiares que se preocupan por hallarlos, cuando su enfermedad les provoca que pierdan su orientación. Sin embargo, el tema de las personas “deambulantes” siempre ha sido, de una manera u otra, esquivado por el régimen cubano. Reconocer y tratar la existencia de mendigos y personas sin ningún vínculo familiar o social no es algo que resulte muy grato al pretendido “paraíso socialista”, ya que, según el discurso oficial, “la revolución no deja desamparado a nadie”.
Sin embargo, que hay mendigos y personas necesitadas de pedir limosnas en las calles de Cuba es una realidad que no pasa desapercibida para nadie. Afortunadamente, parece que así será también para la clase gobernante en la isla y los medios oficiales.
A juzgar por un reporte de Granma de inicios de año, ya el gobierno reconoce como problema a las personas deambulantes y los trata en algunas de sus reuniones. Según la nota, la pasada semana, en el Palacio de la Revolución, hubo “una reunión de chequeo al Programa de Prevención, Asistencia y Trabajo Social, que puso especial énfasis en el funcionamiento de los Centros de Protección Social para la Atención a las Personas con Conducta Deambulante”.