Madre de trillizos pide ayuda ante desamparo del gobierno

Además de sus tres más pequeños, tiene otro hijo de ocho años que, junto a su padre, tiene techo gracias a la generosidad de la familia. Mientras, ella vive en el hospital desde hace ocho meses, a la espera de una respuesta.
Vivienda-Cuba
 

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Dianet Fernández denuncia en redes sociales la situación de una mujer cubana, madre de cuatro niños, tres de ellos trillizos, que no tiene donde vivir y que ha pedido ayuda al Estado en vano.

Lleva ocho meses en el hospital, que se ha convertido en su casa, porque desde que nacieron sus tres hijos más pequeños en mayo le prometieron una casa y ahí sigue, a la espera. Su esposo junto a su hijo mayor de ocho años vive de albergado, ya sea en casa de la suegra o de la madre.

Aunque no dio pormenores, dijo que se llama Dayana y reside en el municipio Camajuaní, provincia Villa Clara. Tampoco han querido darle un subsidio, pues su esposo es el único que trabaja y el banco no se arriesga a darle un crédito.

Miles de cubanos viven en casas misérrimas o en albergues, a medida que el fondo habitacional de la isla se desgasta y el Estado no puede construir las casas prometidas ni deja que la iniciativa privada asuma estas labores.

Un ejemplo aun más extremo es el de Yuleisy Rodríguez Chaple, madre de cuatro hijos, que vive agregada con su prole en un pedacito de sala en casa de su exsuegra, donde duerme “hasta en el suelo”. 

Lleva años esperando que las autoridades del municipio Diez de Octubre, en La Habana, atiendan su caso y la ayuden a resolver su problema de vivienda. Sin embargo, con ella, como con tantos otros cubanos clasificables como casos sociales o en situación de vulnerabilidad, no se ha cumplido ese ficticio eslogan de que “la Revolución no deja desamparado a nadie”.

“He tenido bastantes encuentros con casi todos los funcionarios del municipio, fundamentalmente con Bárbara Agón, presidenta del Gobierno de aquí de Diez de Octubre, que me tiene prometido que va a venir a visitarme para interesarse por mi situación. Una visita que nunca ha llegado en estos tres años”, lamenta Rodríguez Chaple ante las cámaras de Cubanet.

La construcción de viviendas por cada 1000 habitantes disminuyó de 6,1 en 1989 a 3,6 en 2005. En 2006, se construyeron 111 400 nuevas unidades y la proporción subió a 9,9, ambos récords históricos. Pero esas cifras fueron infladas, pues incluyeron viviendas edificadas anteriormente que recibieron ese año una habilitación para la ocupación, así como viviendas en construcción.

Después de 2006, bajó constantemente hasta 22 100 en 2016, mientras que la razón de unidades construidas por 1000 habitantes disminuyó de 9,9 a 1,9.

El presidente del Instituto Nacional de la Vivienda (INV) Víctor Ramírez, declaró en 2008 expresó que 1,17 millones de viviendas (30 por ciento del inventario) estaban en condición “regular” o “mala” y que el 85 por ciento de las unidades con más de tres pisos necesitaban reparaciones fundamentales, pero la falta de materiales de construcción lo impidió.

El historiador de la Ciudad, Eusebio Leal, que fielmente reconstruyó parte de la zona colonial, afirmó en un programa de televisión que 60 por ciento del inventario de vivienda se encontraba en condiciones pobres; que había un promedio de tres derrumbes diarios, y que si uno de los huracanes de 2008 hubiese azotado directamente a la ciudad, habría sido necesario declarar la ley marcial; un argumento a fin de solicitar 1000 millones de CUC para la rehabilitación de miles de viviendas en la zona colonial.

 

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