Un diplomático canadiense de alto rango dijo este 17 de mayo que fue enviado a Cuba sin que le dijeran que ya tenía signos de daño cerebral consistentes con el síndrome de La Habana después de despliegues anteriores allí.
El daño al cerebro del diplomático se manifestó durante pruebas en la Universidad de Dalhousie. En la actualidad, estas pruebas se realizan de forma rutinaria con el personal diplomático canadiense antes de enviarlo a Cuba, aseguró el Ottawa Citizen.
Pero nadie le contó lo que se había encontrado hasta meses después, cuando estaba trabajando en la embajada de Canadá en La Habana y sus síntomas se agravaron.
El funcionario, cuya misión eran las operaciones de seguridad, fue finalmente retirado de Cuba en enero de 2019 luego de que sus síntomas, entre ellos pérdida de memoria, dificultades cognitivas y mareos, empeoraran mucho. Cuando llamó al gobierno canadiense en busca de ayuda médica, no podía recordar su código de acceso.
“Yo era un zombi, básicamente”, dijo. Esta es la primera vez que habla de su situación y lo hizo en condición de anonimato.
Fue enviado de regreso a la Universidad de Dalhousie para una prueba urgente. En febrero recibió una carta en la que se confirmaba que era el caso número 15 en el expediente del síndrome de La Habana del gobierno canadiense, un resultado que ya estaba antes de su partida al país caribeño.
“Me enviaron de regreso con el cerebro dañado. Me expusieron dos veces. No debería haber sido enviado de regreso allí”. Otros diplomáticos dicen que se han enfrentado a largas demoras para obtener sus resultados médicos de Dalhousie y algunas personas nunca han recibido sus datos.
El síndrome de La Habana se refiere a un conjunto de síntomas neurológicos y otros síntomas médicos que fueron reportados por el personal de la Embajada de Estados Unidos y Canadá en Cuba desde finales de 2016.
Los diplomáticos dicen que el gobierno canadiense continúa minimizando la situación, incluso diciéndoles a algunos que no mencionen el síndrome de La Habana cuando buscan ayuda médica.
En una carta enviada al ministro de Relaciones Exteriores, Marc Garneau, el mes pasado después de una reunión, los diplomáticos afectados dijeron que hay un patrón de ocultar información.
En esa carta, los firmantes revelaron que hubo más casos de diplomáticos canadienses afectados luego de 2018, fecha en la que se suponía habían dejado de aparecer los síntomas.
En un reciente informe de un comité de la Academia Nacional de Ciencias (NAS, por sus siglas en inglés) se informó que la radiación de microondas “dirigidas” es la posible causa de los ataques.