A pesar de la campaña antivectorial y de las constantes sesiones de fumigación en todos los barrios el dengue y otras enfermedades continúan afectando a la población de la ciudad de Holguín y de los municipios de la provincia.
Eduardo Michel Serrano, Director del Centro de Higiene y Epidemiología del municipio cabecera, declaró al periódico oficialista ¡Ahora! que “la situación epidemiológica se mantiene compleja, porque la focalidad está elevada con índice de infección de 1,90, aunque hay áreas donde esta cifra es superior”.
Por otra parte, una enfermera que labora en el Hospital Pediátrico Octavio de la Concepción y de la Pedraja, aceptó compartir algunas consideraciones con ADN CUBA bajo condición de anonimato.
“Son muchos los casos de niños que estamos recibiendo todos los días, el hospital ya no da abasto, el personal resulta insuficiente, incluso se ha tenido que comenzar a ingresar a los niños en el ITH [Instituto Tecnológico de Holguín], esto se estaba tratando de evitar, pero es que ya no hay más espacio en las salas habilitadas para atender estos casos. Los padres se impacientan porque no tenemos un mínimo de comodidad, es cierto, pero es mejor pasar trabajo que tener que vivir con la culpa, es muy lamentable todo esto, creo que es hora de que la población sea bien alertada sobre este peligro”.
Recientemente un “ingreso masivo” de niños en el Hospital Pediátrico de la ciudad, ocasionó que la instalación experimentara un “déficit de camas”, según confirmó a nuestra redacción personal de ese centro de salud.
“Sí, tuvimos un déficit de camas pero ya está solucionado y recibiendo pacientes”, había dicho una fuente que se negó a dar mayor información sobre el número de camas ocupadas casos confirmados o con sospechas de dengue.
Mientras esto sucede, las autoridades de la provincia mantienen silencio, y la campaña en los medios locales de prensa no pasa de ser una tarea más a cumplir, y no logra levantar el interés de la población, algo que podría contribuir a elevar la percepción de riesgo.
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Manuel Rogelio, trabajador de la empresa de comunales, labora en la recolección de desechos sólidos, una actividad altamente riesgosa, comenta que “Sí, me siento mal pero no me voy a ingresar, no puedo, además a mí ya me ha dado eso y lo he aguantado sin problemas, eso es una bobería”.
Este criterio está bastante extendido en la población, también entre quienes viven en entornos donde los niveles de focalidad son más elevados. La falta de percepción de riesgo se alienta, tal vez, por el silencio de las autoridades sobre la cantidad de víctimas mortales.
Aunque es imposible acceder a las salas para comprobar el estado real del panorama hospitalario, este reportero conversó con José Antúnez, cuyo hijo se encuentra ingresado.
“Creo que el Estado está jugando con algo peligroso, uno no empieza a preocuparse hasta que le toca a uno y es que no dicen nada ni uno se entera de las cosas que están pasando. Pienso que si se publicaran los muertos y los números de enfermos la gente cogería miedo y se cuidaría más, en la sala donde está mi hijo hay 23 niños con dengue y con otros problemas en los pulmones, algunos han tenido que ser acomodados en los pasillos, eso es verdad que está molesto”.
Sobre el trato recibido dentro del hospital el señor nos cuenta que no puede quejarse de la atención del personal. “Hay buenos médicos y enfermeras muy preocupados, pero es muy difícil mantener la limpieza en baños y en todas partes, este lugar no reúne las condiciones para tener a tantas personas”.
Sobre este tema la enfermera explica que “días atrás ingresaron unos 20 niños con síntomas de la enfermedad, no teníamos espacio y habilitamos camas en los pasillos, esto creó un problema con la higiene y también con los recursos que tenemos que no son demasiados, pero hacemos todo lo que podemos”.
Sobre los casos de fallecimientos, la enfermera también ofreció sus criterios:
“Los pacientes que han fallecido han sido mayormente por negligencia de los familiares o de ellos mismos, muchas personas no acuden a los cetros de atención primaria, ni se ingresan, muchos se quedan en sus casas hasta que ya es muy tarde, creo que la gente no está verdaderamente consciente del peligro que están corriendo al no ingresarse, yo tengo una niña de seis años y si veo que tiene cualquier fiebrecita la traigo urgente, es mejor venir por gusto que tener que lamentarse después”.
La fuente, sin embargo, no se atreve a hablar sobre cifras de víctimas mortales en el hospital.
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Marta Núñez, une enfermera especializada en temas de higiene y epidemiologia, suscribe el criterio de muchos: “sigue en aumento la infestación por los virus del dengue, zika y chikungunya, aunque los casos de dengue se dan en mayores proporciones”.
“Hemos observado también un aumento en las enfermedades broncopulmonares sobre todo en pacientes infantes y de la tercera edad por lo que se está analizando si el aumento se produce por reacciones alérgicas a la fumigación, todo esto provoca un crecimiento en la población hospitalizada. No nos engañemos, estamos ante una epidemia, no sólo el pediátrico está repleto, también el clínico quirúrgico y el ITH están a tope de capacidad y seguirán llegando pacientes”, comentó Núñez.
Sobre los fallecimientos, Núñez refiere que “las cifras se manejan con mucha discreción, yo no puedo hablarte de cantidades pues estaría hablando de algo que está fuera de mi alcance conocer, se ha hablado de al menos una niña y yo sé que en mi área de salud hace unos meses murió un paciente, en el caso de la menor desconozco, no sé si es verdad aunque no lo pongo en duda, el señor en mi área de salud se llamaba Pedro, él se escapó del ingreso y murió en su casa, es todo lo que puedo decir sobre el tema”.
El Instituto Tecnológico de Holguín (ITH), convertido en Centro Mixto Mayor General Calixto García, atiende a los enfermos de dengue y otras enfermedades contagiosas desde hace varios años. Allí los pacientes con criterio de ingreso permanecen bajo mosquiteros en tanto se realizan los análisis necesarios y reciben su tratamiento.
Este reportero no logró entrar al recinto antes mencionado, pero pudo conversar brevemente con Rafaela Acuña, una trabajadora de esa institución:
“Aquí se reciben los pacientes aunque sea solo por sospecha, se les hacen los conteos de plaquetas y aquí permanecen si se comprueba la infestación, esta es la única manera de controlar la propagación. Estamos recibiendo más de 10 casos todos los días, ya no tenemos mucho más espacio ni muchos recursos, algunos pacientes han tenido que traer sus cosas para ingresarlos, como sea haremos todo lo que esté en nuestras manos pero la cosa está muy mala”.
Asimismo, el Dr. Eugenio Peña advierte que “el vector vuela libremente por todas partes, por eso la población está corriendo peligro, no importa donde estén, el mosquito es endémico y en estos meses se agudiza su actividad debido al calor, hay que extremar en las medidas higiénico-sanitarias, sin embargo se ve mucha basura en todas partes, los vertederos son focos donde no puede haber control, hay ya muchos pacientes ingresados y se espera que sigan entrando”.