Yamilian Tamayo, una cubana que llegó a la isla procedente de Rusia con coronavirus, murió en un centro de aislamiento por falta de una ambulancia.
El doctor Alexander Jesús Figueredo compartió en redes sociales algunos pormenores del caso. Tamayo, de 47 años, tenía varias comorbilidades y al llegar a Cuba, fue detectada con la temible enfermedad luego de practicársele un test rápido en el aeropuerto.
Inmediatamente, la enviaron a un centro de aislamiento, donde no había condiciones mínimas, tanto de higiene como para impedir la propagación del virus.
Estuvo allí por 5 días; el 23 de marzo le llega su PCR, el cual da positivo a la COVID-19. Las autoridades llaman la ambulancia para su traslado a un hospital, pero el automóvil no tenía combustible.
Pronto Yamilian comenzó con un cuadro respiratorio aparatoso y no había ni oxígeno para ella. La ambulancia llegó sobre las 2:00 p.m., cuando ya había fallecido.
Figueredo llamó “asesinato” a la muerte de esta paciente debido a negligencias de todo tipo y la falta de un transporte adecuado. También aseguró que un familiar suyo corrió la misma suerte, razón por la cual comparte en redes este tipo de sucesos, aunque no dio más detalles de su caso.
Lo cierto es que la crisis económica toca también al sistema de salud cubano y sus dependencias, a pesar de la propaganda castrista, que lo presenta como eficiente y uno de los “logros de la Revolución”.
En enero de 2021, Nayelis de Jesús Montalvo Hernández murió el pasado viernes en Cuba de un paro respiratorio sin que pudiera llegar a un hospital porque no había una ambulancia equipada para hacerlo en el municipio matancero Colón.
Pero los casos de Nayelis y Yamilian no han sido los únicos. Por ejemplo, irregularidades en este servicio en Holguín provocadas por la falta de combustible en la provincia, hicieron que los pacientes y sus familiares recurran cada vez más al transporte privado (no especializado) para solucionar sus urgencias.
Es espectáculo habitual ver en las piqueras del hospital la descarga y recogida de pacientes, de los que debería hacerse cargo el sistema de transporte de Salud Pública. Quienes llegan o salen del céntrico hospital "Lenin" de la capital de provincia han sido obligados por la necesidad a acudir al transporte privado como un sustituto del deficitario servicio oficial. Pero esta alternativa no está al alcance de todos.
La televisión cubana también ha reportado deficiencias en el servicio en Guantánamo y Granma, al menos durante el año 2020. No es casualidad que estos reportes vengan de la zona oriental de la isla, una de las más pobres y olvidadas.