La navidad y el fin de año para los cubanos de la isla han llegado en medio de la incertidumbre por la escasez de todo tipo de alimentos y productos básicos. Aunque las familias tengan algo que celebrar de este aciago año, lo que sobra son las dificultades para encontrar comida.
“Hasta en Nochebuena los cubanos siguieron haciendo colas de varias horas”, escribió el científico y activista Oscar Casanella, al compartir dos fotografías en Facebook de este 24 de diciembre.
Las imágenes son en las afueras de establecimientos comerciales del municipio Plaza de la Revolución, en La Habana.
En una, se ve una cola para comprar cerveza en Tulipán y Bellavista (Nuevo Vedado), de 4:30 pm de este 24 de diciembre. Otra fotografía es la de una “cola para pollo y otros productos en la tienda La Mariposa en 41 (Tulipán) esquina a calle 24, Nuevo Vedado, La Habana, 8:00 pm”.
En Twitter, el cubano Camilo Noa mostró una foto de otra multitud en la oriental provincia de Holguín, pretendiendo adquirir productos en Nochebuena.
“Primera sorpresa: Es para papel sanitario. Segunda sorpresa: Es en MLC. Si lo desea, lo de 'sorpresa' lo puede tomar como sarcasmo”, escribió Noa. Otro usuario expresó que allí también se vendían los módulos "de la libreta" de racionamiento.
En otros sitios del mundo las fiestas navideñas traen alegría y paz, pero en Cuba –y más este 2020– se desata una batalla campal por acceder a los productos básicos de la supervivencia.
En un intento de mostrarse generoso con el pueblo, el gobierno comunista ideó un programa de venta de ciertos productos en déficit: pescado, carne de cerdo y cerveza, muy caros en el mercado negro, por lo que el régimen está ofertándolos a mitad del precio de los particulares.
La idea cuenta con un inconveniente: su venta está suscrita a un número reducido de establecimientos, que provoca inmensa colas y aglomeraciones, una tortura para las familias cubanas.
“Para comprar estos productos hay que traer la libreta de abastecimiento y el carnet de identidad, algo positivo si se quiere evitar el acaparamiento, pero al poner un solo punto de venta para todos los núcleos familiares del pueblo, la gente tiene que venir a dormir desde la noche anterior, para hacerse de un lugar”, dijo a ADN Cuba Lázaro, empleado de correos que reside en el poblado habanero de Jaimanitas.
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Mientras la mayoría de los ciudadanos no sabe si tendrá algo que llevarse a la boca estos días, la corporación Cimex S.A., perteneciente al emporio Gaesa y como tal controlada por militares del régimen castrista, ha lanzado una oferta de cena de fin de año que ha insultado a numerosos cubanos emigrados.
Que los exiliados paguen a sus familias una cena de fin de año en la Plaza de la Catedral: esa la apuesta de Cimex para engordar sus menguadas arcas antes que termine el 2020. Y así publicaron, sin pudor, la oferta en el Facebook oficial de la empresa “socialista”: “Si su familiar desea regararle (sic) una noche maravillosa visite nuestra página LaPuntilla.ca-Envíos Cuba y escoja la oferta de su preferencia, mesa de 4 y 6 personas”.
La “Oferta Especial Cena de Fin de Año en la Plaza de La Catedral”, en La Habana, estaría amenizada con un “espectáculo-concierto de gala”, que incluye a la venida a menos orquesta de NG La Banda, de José Luis Cortés, y al baladista Waldo Mendoza”.
En la web de una de las tiendas estatales regentada por Cimex, el centro comercial La Puntilla, se puede hacer las reservaciones de la comida, que para 4 personas costaría casi 242 dólares, mientras que para 6 alcanza unos 364 dólares.
En medio del desabastecimiento crónico de todo tipo de productos en la isla, la empresa del castrismo vende un menú que ha terminado siendo un “lujo” para la gran mayoría de cubanos: mariscos y pescados, varias carnes (solomillo de cerdo, res, pollo), café, turrones…
Contradictoriamente, en días recientes la ministra de Finanzas y Precios de Cuba, Meisi Bolaños Weiss, llamó “parásitos” a quienes incrementan precios “desmedidamente” sin darse cuenta que su descripción le venía muy bien al régimen del que es parte.
Durante un discurso en la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), la funcionaria reconoció que, debido a la unificación monetaria, se daría una devaluación e incremento de costos.
“Pero estamos hablando de combatir y aplicar medidas rigurosas y de no permitir el abuso y el parasitismo, porque esos que incrementan precios desmedidamente son parásitos y es lo que no podemos permitir”, añadió Bolaños Weiss.