Impiden a embarazada montar una guagua en La Habana

Un conductor de autobús, vehículo conocido en Cuba como “guagua”, no se sensibilizó con una embarazada que necesitaba abordar el transporte público, luego de horas esperando
Autobús cuyo conductor impidió que una embarazada lo abordara
 

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Un conductor de autobús, vehículo conocido popularmente en Cuba como “guagua”, fue tan estricto al cumplir indicaciones de las autoridades del régimen para frenar la COVID-19, que no se sensibilizó con una embarazada que necesitaba abordar el transporte público, luego de horas esperando.

Según denunció Jackson Jasniel Betancourt en el grupo de Facebook “Amigos del motor”, el chofer de una guagua de la ruta A50 (La Habana), “no quiso porque no le dio la gana a él”, permitir que su esposa gestante pasara al interior del vehículo. La justificación fue que “la ley dice que más de 20 pasajeros parados no podía haber” en el bus.

El joven residente en La Habana lamentó que “esto ocurrió después de casi 2 horas sin pasar ninguna de estas guaguas rumbo a Guanabacoa, eran las 4:15 PM”.

“Ni siquiera nos trató con buena forma después que le pedimos hasta de favor, porque ya se nos habían colado 5 personas entre el empuje y solamente, según él, podían subir 5 y ya habían entrado más de 6 aparte de las que se nos colaron”.

Jackson Jasniel Betancourt narra que el maltrato fue en aumento: “después de terminar su gritadera [el conductor] me dijo que lo filmara si yo quisiera, no obstante, se paró del timón y se paró en la puerta a gritarle a mi mujer y a mí que supuestamente para él ella estaba embarazada porque es un lujo”.

Incluso, un inspector del Ministerio de Transporte “tuvo que impedir que él siguiera con sus guaperías”, asegura el joven.

“Yo quisiera de corazón que, si esta publicación llegara a manos de alguno de sus superiores o personas que tengan la potestad de tomar medidas con esto, que por favor no permitan más estas cosas”, pide el joven.


 

A otra embarazada la multaron con 2000 pesos

Mientras las colas para comprar alimentos en los desabastecidos establecimientos estatales son verdaderos focos de coronavirus, el régimen exige a sus funcionarios y empleados severidad en el cumplimiento las medidas que impone a la población.

Insensibilidad similar a la mostrada con la gestante que pretendía abordar el autobús, fue exhibida recientemente por la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de La Habana, que multó a otra embarazada con 2000 pesos cubanos, tan solo por encontrarla en la calle tras el toque de queda impuesto para frenar la pandemia, pues ella necesitaba con urgencia comprobar su presión arterial.

Héctor Luis Valdés Cocho, activista y reportero ciudadano, denunció el caso en su perfil de Facebook. La afectada es su hermana, quien estaba en compañía de su esposo cuando fue abordada por los agentes y le impusieron la sanción de pagar “2000 pesos por violar el toque de queda establecido después de las 9 pm”, refiere Valdés.

“Mi hermana le explica al oficial uniformado que debido a su embarazo se encontraba descompensada de la tensión arterial y necesitaba acudir de inmediato al cuerpo de guardia del policlínico del Wajay, reparto en que reside mi familia en el municipio de Boyeros”, explicó.

“Ese centro de salud queda a una distancia de 1 km más menos de mi casa y evidentemente mi familia no tiene transporte para dirigirse a ese lugar. Argumentos que no le bastó al oficial para decretar el talonario”.

Valdés Cocho aseguró que iría a la estación policial del Wajay, “con dicho talonario en la mano y veremos que solución le van a dar a la multa que se le impuso a mi hermana por el simple hecho de acudir con urgencia a recibir atención médica por su descompensación producto a su gestación”.

 

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