A la mayoría de los cubanos les preocupa la miseria y la represión en aumento bajo el régimen castrista, una crisis social y política que pareciera más aguda desde la asunción de Miguel Díaz-Canel como presidente designado. Sin embargo, la “Primera dama” Lis Cuesta trabaja para mostrar ante el mundo una vitrina falsa mediante el Festival de la Canción de San Remo, que celebrará una edición en la isla entre el 16 y el 21 de noviembre.
La prensa estatal publicita la primera edición en Cuba e Iberoamérica del evento que entrega los San Remo Music Awards. El cantante Jorge Luis Robaina, director artístico del capítulo cubano del evento surgido en Italia, dijo que prevén realizarlo de “forma presencial en el mes de noviembre, si las condiciones sanitarias lo permiten”.
Y así será, si depende de la consorte del regente impuesto por el general Raúl Castro para administrar la dictadura. Desde abril, Lis Cuesta –que se desempeña como “coordinadora” del evento– aseguró que en noviembre la isla estaría con la mayoría de su población inmune a la COVID-19, mediante fármacos propios, que no han probado su eficacia.
“En el mes de noviembre Cuba será un destino seguro, pues tendremos vacunada a toda nuestra población y por lo tanto nosotros estamos aspirando a hacer un San Remo presencial”, expresó su voluntad Cuesta, quien habló con la prensa en nombre del Ministerio de Cultura.
Esta semana ya están hablando de “grandes conciertos que se van a efectuar en el Club 500 [antiguo Círculo Social José Antonio Echeverría], encuentros culinarios y de moda, una feria de negocio, con sede en el Hotel Nacional de Cuba”, según explicó Robaina.
Además, habrá un certamen competitivo que “se realizará en el Teatro Carlos Marx. La convocatoria está abierta hasta el 25 de junio. Solistas profesionales y aficionados que se quieran presentar pueden revisar las bases en las redes sociales del evento y enviar sus videos. Se escogerán 16 concursantes finalistas”.
El festival italiano de música, cocina y moda, es una apuesta del régimen por reanimar el turismo, fuertemente golpeado en la isla desde que empezó la pandemia.
Esta sería la primera edición iberoamericana del festival que antes se celebró en Rusia, Ucrania, Uzbekistán, Bulgaria, Túnez y China. “Cuba es un país que nos queda bien cerca en cuestiones de sentimientos humanos y además reconocemos el potencial cultural de la isla, que tiene numerosos artistas de reconocido prestigio internacional”, dijo hace semanas el patrón del Festival San Remo, Nicola Convertino, en un mensaje grabado.
Cuba no es Italia
A pesar de los deseos de la “Primera dama”, que se comporta como si viviera en Venecia, Cuba no es Italia, donde existe una democracia y desarrollo que garantiza un estándar de bienestar. Para empezar, impera una dictadura encabezada formalmente por su esposo Díaz-Canel, que ha desplegado con más fuerza su arsenal represivo en los últimos años.
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Solo en mayo, se registraron 231 protestas contra el régimen y la precaria situación social y política en la que mantiene a la isla, un 13% de incremento respecto a las muestras de descontento reportadas en abril, según un informe independiente.
Las expresiones públicas de rechazo al gobierno aumentaron “a pesar de los arrestos domiciliarios, la incomunicación telefónica y el corte del acceso a internet contra los activistas de la sociedad civil”, informó el Observatorio Cubano de Conflictos.
Por su parte, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) documentó en mayo 923 acciones represivas contra activistas, opositores y periodistas independientes, de las cuales 180 fueron detenciones arbitrarias, incluyendo ocho con uso grave de violencia.
El hostigamiento directo (327) y el sitio de viviendas de activistas (279), de forma arbitraria, volvieron a ser predominantes. Además, se produjeron amenazas, multas, agresiones físicas, citaciones y actos de repudio, entre otras actuaciones de la policía política cubana, de acuerdo con los datos recopilados en la Isla por la red de activistas del OCDH.