La activista Dairis González compartió imágenes entristecedoras sobre el centro de aislamiento en Morón, provincia Ciego de Ávila, donde se encuentra encerrada por sospechas de Covid-19.
“Esto es una cárcel”, asegura González en un video donde muestra el pésimo estado higiénico y constructivo en el que se encuentran las instalaciones y donde convive con otros cubanos como ella.
En las imágenes puede verse de todo: techos en mal estado, baños sucios y sin el inmobiliario necesario para atender a las personas, colchones rotos y enmohecidos, tuberías a través de las cuales se filtra agua albañal…
Incluso, ella misma tuvo que interceder para que una anciana fuera atendida y enviada al hospital en ambulancia en la noche luego de prácticamente quedar desfallecida por un ataque de toz.
Según González, la comida es pésima, por lo que los familiares deben abastecerlos con alimentos que pasan a las instalaciones, muchas veces recurriendo a sobornos del personal encargado de atenderlos, según agrega su esposo.
La activista denuncia que, a diferencia del resto de aislados, a ella no le dejan recibir comida como castigo por sus denuncias sobre el estado del centro. Lleva ya unas 24 horas sin poder comer adecuadamente.
La pésima calidad de la alimentación y la estancia en los centros de aislamiento es una denuncia recurrente en redes sociales y medios independientes.
Por ejemplo, en mayo, un grupo de cubanos, en el que se incluyen menores de edad, denunció a través de un video publicado en redes sociales, las pésimas condiciones y desatención médica que han tenido que padecer durante más de ocho días en un Centro de Aislamiento de Covid-19, en el municipio de Banes, en la provincia Holguín.
En la grabación, uno de los hombres explicó indignado que les dan “una cajita con un poquito de comida y nos la tiran como perros arriba de una mesa donde se mojan. Los alimentos no están bien elaborados. Nos mandaron a tomar agua del baño y nos tienen entre rejas con candados”.
También desde la provincia de Villa Clara se reportó el pésimo estado del Centro de Aislamiento para personas sospechosas de tener COVID-19, que se encuentra en San Martín, municipio de Manicaragua.
En ese territorio cuentan con dos centros más, uno radicado en el campismo Río Seibabo, y otro en las afueras del pueblo, en el lugar conocido como la Escuela Especial.
Todos estos espacios tienen en común el paupérrimo estado en el que se encuentran, según varias denuncias. En el caso de San Martín, alguien ingresado allí que se comunicó con ADN Cuba denuncia que coexisten todas las personas sin excepciones de género en un mismo albergue.
La fuente, que prefiere el anonimato para evitar represalias de las autoridades, asegura que duermen en literas donde también tienen que acomodar sus pertenencias, porque no disponen de otro lugar para guardarlas, ni siquiera una mesa o una silla.
En las imágenes enviadas a ADN Cuba, es evidente la insalubridad y el completo desacato de los protocolos internacionales para estos casos.
También se denuncia hacinamiento, mala calidad de la alimentación, salideros de agua que llegan hasta los albergues: todo esto sucede en el sitio donde internan a los sospechosos de tener la Covid-19 en San Martín, Manicaragua.