La Empresa Eléctrica en La Habana está decidida a cobrar cuanto antes los pagos retrasados por la pandemia del coronavirus.
Directivos de la entidad estatal, afirman que sus clientes “están en la obligación” de desembolsar en lo que resta del presente año. El acumulado de deudas “representan cifras millonarias”, según directivos de la entidad, y pondría en peligro “la continuidad de sus operaciones por falta de liquidez”.
Aunque hasta hace muy poco las oficinas comerciales en los municipios de La Habana estaban cerradas y había cesado la actividad de los lectores-cobradores, con la entrada de la provincia a la fase III de recuperación de la COVID-19, la Empresa Eléctrica ha decidido a la carrera “pasar factura”.
La directora comercial de la Empresa, Leysi Hernández, en un encuentro con la prensa oficialista informó que, con el objetivo de concluir diciembre sin atrasos, establecieron un cronograma para aquellos consumidores residenciales con “deudas acumuladas” por más de 60 días.
En octubre se saldarían las deudas acumuladas hasta agosto; en noviembre se abonaría septiembre y octubre, mientras que en diciembre habría que liquidar los atrasos de noviembre y ese propio mes, reportó el periódico estatal Tribuna de La Habana.
Hicieron énfasis en que “deben mantener sus pagos al día los clientes con negocios por cuenta propia y las personas con adeudos por concepto de fraudes eléctricos”.
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“Numerosos cuentapropistas han mantenido su nivel de actividad y no han pagado a pesar de seguir usando la electricidad como una materia prima para sus servicios, por ello no hay razón para no estar al día”, dijo Hernández.
Explicó que en el caso de los que sustrajeron electricidad, un delito del Código Penal en su artículo 325, pueden recibir una sanción de 1-3 años, o abonar cuotas.
Según las fuentes oficiales, La Habana está hoy al 52 % de lo que debía haber recaudado hasta septiembre. Sin embargo, a pesar de que ahora la Empresa Eléctrica pretende que los ciudadanos abonen rápidamente todo lo que deben, los atrasos ocurrieron a consecuencia de que la dirección del Ministerio de Energía y Minas anunció que por la situación epidemiológica -en ese momento el territorio estaba en fase de trasmisión autóctona de coronavirus-, se ofrecerían facilidades de pagos durante el año fiscal.
“Dar facilidades no significó que haya quienes deban seis meses con cuentas de altísimos montos; la mayoría son propietarios de negocios que han seguido funcionando, o personas con elevado estándar de vida. A esos clientes con grandes sumas pendientes, que siguen disfrutando, incluso con derroches, y se niegan a pagar, se les retira el servicio”.
La funcionaria informó que cada día se realizan unos 3 200 cortes de electricidad en la capital, para presionar a los clientes a que paguen.