Las aclaraciones del Banco Central de Cuba (BCC), el pasado 10 de septiembre, donde se catalogó de no verídicos los rumores sobre la inminente unificación monetaria en la isla, no han logrado frenar la aglomeración de ciudadanos ante las Casas de Cambio (CADECA) intentando canjear el peso cubano convertible (CUC) por el peso cubano (CUP).
A pesar de que la nota informativa calificó de “rumores” la información filtrada a inicios de septiembre, y de estar dirigida a la población, contrastó que la totalidad de las entidades estatales visitadas exhibían anuncios recientes de no aceptar CUC para sus operaciones comerciales, al igual que un considerable número de negocios privados.
“Incluso en el mercado negro no están aceptando los CUC. El pánico es generalizado”; criticó María Esther Arenas mientras llenaba media docena de fosforeras y el trabajador le exigía el pago en moneda nacional.
“Ahora, además de las colas para comprar comida, primero tienes que hacer la enorme cola en las CADECA. Y como está el toque de queda todos los servicios cierran a las dos de la tarde. Este es el rumor más efectivo que he visto en mis cuarenta años de vida”; se quejó Arenas.
Desde finales de 2019, cuando las tiendas recaudadoras de divisas en CUC subordinadas al grupo militar Cimex S.A. comenzaron la devolución de los vueltos en moneda nacional Luis Felipe fue “previsor” y comenzó su negocio de revender CUC y “almacenar el peso cubano”.
“El cuc ya estaba listo para sentencia y me puse las pilas. La gente me decía que estaba loco. No soy economista pero huelo a gato encerrado a kilómetros. Lo curioso es que están haciendo el famoso reordenamiento monetario mientras la gente está encerrada, controlada y el riesgo de una protesta es mínimo”; especuló Luis Felipe, vecino de Habana Vieja, quien decidió aprovechar la situación para hacer “su agosto”: comprar todos los CUC, “a los desesperados” con una tasa de cambio a 22 pesos cubanos por CUC.
“Después hago mi cola en la CADECA con dos pesos de ganancia por cada CUC”.
Habaneros encuestados también coincidieron en que la nota aclaratoria del BCC afirmaba más que negaba. Cuestionaron cuál parte de la información filtrada “no es verídica” y cuán “oportunamente” se comunicará la decisión por los canales oficiales.
“Supongo que sería como la apertura de las tiendas en MLC, que lo informaron con apena tres días de antelación”; atajó Ana Calderón Palacio trabajadora de una cooperativa no agropecuaria y vecina del municipio habanero de Plaza.
“Llevo dos días haciendo la cola para el banco porque desde ya quiero convertir mis CUC en moneda nacional. No importa la aclaración de que no se afectará el efectivo en poder de la población, ni los saldos de las cuentas bancarias. El Gobierno no se ha ganado la confianza de un solo cubano, y no son tiempos de creerle”; insistió Calderón Palacio, quien además concordó con otras opiniones ciudadanas en que los operativos policiales televisados “contra cooperativistas y cuentapropistas” están ocurriendo en el mismo contexto de una inminente unificación monetaria.
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Fuentes en una sucursal de Banco Metropolitano confirmaron que al respecto existe un “silencio raro” y la indicación de acceder a las decisiones de los usuarios.
“Esto significa que ʻel desmentidoʼ del BCC no surtió efecto entre la población y que la unificación monetaria sí ocurrirá mucho más temprano que tarde. Aunque no tenemos ninguna indicación de convertir en pesos cubanos a los usuarios que reciben transferencias bancarias en euros o dólares estadounidense”; confirmó la fuente.
Después de casi tres horas en la cola para retirar una transferencia en euros, Antonio Camacho tuvo que esperar hasta el día siguiente para canjearlos por moneda nacional en la CADECA, donde invirtió otras dos horas de cola.
“Tengo el convencimiento de que nos quieren entretener de colas en colas: la del banco, la de CADECA y luego en las tiendas para comprar los pocos alimentos con que están ʻsurtidasʼ. Y no es paranoia de las personas, es que todo indica que sí van a hacer la jugada de un momento a otro, o por qué entonces todas las empresas estatales de servicios tienen los carteles de no se aceptan CUC”; ahondó Camacho.
El pánico ciudadano de quedarse “colgados” de los CUC, y la incertidumbre de no saber qué giro darán las autoridades del régimen a partir de las “informaciones no oficiales”, se hace extensivo a los propios trabajadores de Banco Metropolitano.
En condición de anonimato una trabajadora de esta entidad reveló que compran a los clientes que reciben giros o transferencias en dólares y euros por pesos cubanos, a riesgo de una sanción administrativa que podría conllevar la separación del puesto laboral y un proceso penal.
“Pero también somos cubanos y sabemos lo que está pasando y qué pueda ocurrir. Mi consejo es que no se deshagan de los dólares ni los euros. En todo caso moneda nacional, pero aléjense de los CUC”; concluyó la trabajadora.