La crisis de alimentación en Cuba, pese a la imagen edulcorada e insultante que pinta la oficina en la isla de la FAO, es profunda y no se ve solución a la vista. Por el contrario, la comida escasea y cuando se encuentra, es a precios exorbitantes que no pueden pagar la mayoría de los cubanos, aunque el hambre los apriete.
El relevante fotógrafo Iván Soca Pascual publicó en sus rede sociales lo que pudo comprar en un par de salidas.
Dos mangos por setenta pesos, y un “tesoro que son cinco tomates pequeños y aún no maduros por ciento setenta pesos”, es una muestra de cómo andan los precios en la capital cubana.
“A dónde iremos a parar”, se pregunta Soca, como muchos por estos meses.
Tradicionalmente, mientras se acerca el fin de año, los alimentos en la isla encarecen. Es insospechado lo que pueda suceder en el último mes de este aciago 2020.
La intelectual y activista política Miriam Celaya González, también compartió en Facebook su “botín” de pequeños productos adquiridos por estos estos días, casi a cambio de su peso en oro, y eso que la calidad de los alimentos que se aprecia en la foto no es la mejor.
“¿Qué salario o pensión en Cuba podrá cubrir los costos de la alimentación? Esta pequeña compra de 63 pesos (cup) puede darnos una idea aproximada. Se desglosa así: 4 pepinos... 18 pesos, Mazo de zanahoria... 20 pesos, Aguacate... 25”, aseguró Celaya.
“Eso sí, la tierra adherida a ellos es gratis”, expresó.
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Precisamente, por estos días hubo polémica porque la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, ha lanzado una campaña que parece una burla contra la mayoría de los cubanos, que sufren un agravamiento de la crisis habitual bajo la el ineficiente sistema castrista, que por estos días solo le interesa la caza de dólares estadounidenses.
En sus redes sociales, la oficina de esa entidad internacional en la isla, aseguró que “este 16 de octubre el mundo celebrará el Día Mundial De la Alimentación y Cuba tiene razones muy especiales para conmemorar ese día”.
El brasileño Frei Betto, asesor de la FAO, y defensor internacional de castrismo, asegura en un video que el principal motivo por el que deberían festejar los cubanos es la aprobación por el Consejo de Ministros de la dictadura del Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional.
La complicidad y el cinismo de Betto y la FAO Cuba es insultante. Mientras el brasileño hace mutis sobre la violación de derechos humanos en Cuba, pretende vender que el mencionado plan “no es del gobierno, es del pueblo”.
Mientras tanto, ni teniendo dinero a la mano se encuentra comida en la isla, donde sus habitantes permanecen durante horas en enormes filas esperando a ver qué venden en los mercados estatales. A la par, el gobierno que celebra la FAO persigue a eficientes productores de alimentos, y les confisca medios de trabajo, dinero y desmantela sus negocios.