Desde este fin de semana la Central Termoeléctrica “Antonio Guiteras”, de Matanzas, una de las principales de Cuba, dejará de funcionar y entrará en “mantenimiento programado” en aras de “ganar en potencia y mejorar los indicadores de eficiencia” de la planta, informaron medios oficiales.
De acuerdo con declaraciones de Rubén Campos, director de la industria, las labores de mantenimiento deben extenderse a lo largo de 15 días. Sin embargo, el funcionario no precisó con qué alternativas la Isla suplirá el déficit de energía provocado por la parada de la termoeléctrica matancera.
Según el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, el periódico Granma, las labores de mantenimiento pretenden elevar la generación de 250 a 280 megawatts, que es la producción habitual de la planta.
De acuerdo con el medio estatal, 500 trabajadores de la Empresa de Mantenimiento a Centrales Termoeléctricas se encargarán de sustituir varios componentes de la casa de circulación de agua de la termoeléctrica, es decir, dos bombas y la malla rotatoria.
La Central Termoeléctrica Antonio Guiteras fue fundada hace 32 años. Actualmente se distingue por producir energía eléctrica exclusivamente a partir de crudo cubano.
Las noticias sobre su entrada en reparación suelen angustiar a los cubanos, quienes temen el regreso de los apagones, mucho más en medio de la crisis generada por la pandemia de COVID-19 y el recrudecimiento del embargo financiero impuesto al régimen de la Isla por el Gobierno de Estados Unidos.
Particularmente la noticia sobre la nueva parada de la termoeléctrica por mantenimiento ha saltado las alarmas, pues la industria ya se detuvo a principios de mayo de este año por los mismos motivos.
En ese momento, los medios oficiales aseguraron que se trataba de “una corta parada” de tres días para reparaciones “destinadas a optimizar la potencia de generación de la industria”, que funciona desde 1988.
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En ese caso, los medios sí informaron que la energía dejada de producir por la Guiteras iba a ser suplida con la generación de otras plantas eléctricas y con el costoso sistema de generación distribuida, los Grupos Electrógenos que introdujo Fidel Castro a inicios de los 2000.
Esa alternativa utiliza diésel, combustible deficitario en Cuba, por lo que detener la termoeléctrica de Matanzas es una carrera contra el tiempo, en un país que con toda su capacidad en funciones no deja de reportar cortes sin aviso que mantienen a los ciudadanos a oscuras durante horas.
En el año 2002, en la central termoeléctrica Guiteras hicieron una conversión tecnológica para que produjera electricidad quemando crudo nacional, en lugar de fuel oil que deben comprar en el extranjero.
El 20 de abril pasado Jorge Armando Cepero Hernández, director general de la Unión Nacional Eléctrica, dijo que era posible la ocurrencia de “afectaciones al servicio eléctrico a la población (los molestos y no deseados apagones), al no poder cubrir el crecimiento de la demanda existente”.
