Por presuntamente haber vertido opiniones contra el sistema socialista en Cuba, un empleado del hotel Grand Packard Habana, el más lujoso de la Isla, fue despedido por la gerencia.
El trabajador, Jorge Félix Vázquez Acosta, de 26 años, también habría criticado a la empresa militar cubana GAESA, que administra el hotel en conjunto con el grupo español Iberostar, según un informe del diario el Nuevo Herald.
El lunes, la gerente del hotel, Frida Arias Sánchez, hizo efectivo el despido, por “emitir criterios en contra de nuestro sistema socialista”, según la resolución a la que tuvo acceso el diario.
“Me han expulsado de mi trabajo y me acusan de proselitismo sin mostrarme ni siquiera pruebas del supuesto delito. Tengo una niña de cuatro meses y soy el sustento de mi familia. Lo único que he hecho es trabajar”, dijo Vázquez Acosta en conversación telefónica con el Nuevo Herald desde La Habana.
Vázquez Acosta consideró “una injusticia” su expulsión y dijo que apelará la decisión de la gerente.
“Niego que haya hecho propaganda política, que es por lo que me expulsan. Yo puedo pensar como quiera y tener el punto de vista que desee. Es mi derecho. También puedo criticar a gente como esa directora, que se aprovecha de su puesto para expulsar a trabajadores indefensos”, dijo.
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Los administradores del hotel le achacaron opinar contra el Grupo de Administración Empresarial (GAESA), la empresa militar que dirige el general de brigada Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, quien era yerno del ex gobernante Raúl Castro. Economistas consideran que el grupo GAESA controla el 60 por ciento del entramado empresarial cubano.
Las acciones del empleado, según la gerente del Grand Packard Habana, que firma la carta, “menoscaban el estado político-ideológico” que “debe primar” en los trabajadores del hotel.
Pero el trabajador rechazó esas alegaciones.
“Cuando le pedí pruebas de mis supuestos delitos, me dijo que no tenía obligación de dármelas”, señaló, según el reporte del Nuevo Herald.
Vázquez Acosta, que trabajaba como “técnico en ahorro y uso racional de la energía”, fue acusado sobre la base de declaraciones de trabajadores que fungen como testigos de la indisciplina” y de un “informe de la comisión investigadora”, según el documento de despido.
El joven dijo que teme las consecuencias de haber denunciado a la prensa lo que le estaba sucediendo.
“Mucha gente me dice que yo no voy a cambiar a este país. Eso es cierto. Pero tal vez si muchos más hablamos, si muchos más denunciamos lo mal hecho, ese cambio llegue más rápido y podamos tener un país mejor”, aseveró.