El deterioro de la salud del preso político Silverio Portal Contreras, la falta de comunicación con la familia y las disímiles arbitrariedades y atropellos que comete el régimen contra él durante su injusta condena, han sido constantemente denunciados por su esposa Lucinda González.
Este jueves, González volvió a enunciar abusos cometidos contra Silverio en la prisión 1580 de San Miguel del Padrón, en La Habana, donde se encuentra detenido. Según una publicación realizada en su perfil de Facebook, el opositor “fue llevado para enfermería con la presión alta (280 con 130) debido a una fuerte discusión con una señora que le dijo que era fiscal y el represor que lo reprime dentro de la prisión (PEDRO)”.
Aseguró Gónzalez, que de acuerdo a la información que le pasó otro retenido en esta cárcel, el altercado con la presunta fiscal estuvo relacionado “con las varias denuncias que Silverio ha sacado a la luz”.
Además, “esta fiscal le dijo a Silverio que tenía el teléfono suspendido por un año, violándose así todos sus derechos”, refirió la esposa del opositor.
“Lo están matando en esa mazmorra castro-comunista, lo están torturan, pero ni Silverio ni yo claudicaremos, la seguridad del estado, el régimen totalitario y dictador, los represores Pedro y el mayor Seull, el teniente coronel Leyva y hasta el propio Raúl Castro serán responsables de lo que a Silverio Portal Contrera le suceda”, afirmó Gónzalez, a la vez que reclamó: “libertad inmediata para todos los presos políticos”.
En otras ocasiones, la esposa de Portal Contreras ha condenado que en visitas programadas en la prisión le han prohibido dejar medicamentos. El preso de conciencia, requiere de medicación permanente para el corazón y la hipertensión y “tiene que tomar una aspirina diaria, que no hay en la prisión, y que tampoco querían dejar pasar”, explicó González.
A inicios de julio la activista solicitó la sentencia de su esposo, quien lleva más de dos años recluido arbitrariamente, con el objetivo de hacer una revisión de causa y mandarla a abogados internacionales para ver cómo se canaliza la libertad del cubano.
González Gómez declaró a ADN Cuba que el prisionero político está perdiendo la visión y su situación de salud se agrava.
Cumple sentencia de cuatro años por supuesto desacato y desorden público, pues protestó ante la incapacidad del gobierno cubano para arreglar edificios en ruinas.
Su esposa lo confirma: "Él tenía un proyecto de 'No más muertes en Cuba por derrumbes'. En una peña sobre el tema él llegó a reunir a más de 100 personas en el Parque Central.