Este 27 de junio el diario estatal La Demajagua reseñó en un artículo la reunión que realizara el viernes 26 el Pleno del Comité provincial del Partido Comunista de Cuba en la provincia de Granma.
El artículo, cargado con una gran dosis de propaganda, destaca las palabras de Federico Hernández Hernández, primer secretario del Partido en Granma, quien entre otras cosas, dijo que "darle comida al pueblo es defender la Revolución".
"Al intervenir en el encuentro, Federico Hernández calificó de débil el actuar de los consejos de dirección y criticó la falta de control y chequeo del gobierno", señaló el medio oficial.
"El dirigente exigió una inmediata transformación de la situación y convocó a trabajar para darle comida al pueblo, que es defender la Revolución, y escuchó los compromisos de cada responsable de las mencionadas entidades".
Esto, en medio de la profunda crisis alimentaria por la que atraviesa el país, debe ser música para los oídos de todos los cubanos que trabajan para ponerle fin al régimen de los Castro.
En las últimas semanas, al tiempo que los cubanos han visto cómo se echan a perder los productos en el campo por falta de voluntad política o por la escasez de combustible para los camiones estatales, también han sido llamados a cultivar sus propios alimentos desde los patios de sus casas, como si el país estuviera regresando a los años noventa del pasado siglo.
El Pleno del Comité provincial del Partido estuvo centrado en analizar los problemas que afectan los abastecimientos a la población, "a partir de una visita que realizaran, el jueves último, miembros del Comité provincial del Partido a unidades de la Industria Alimentaria, Azcuba, Comercio y gastronomía, Acopio y la agricultura urbana en Granma".
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De la reunión también trascendió que en esa oriental provincia persiste la poca oferta en la gastronomía, principalmente por la insuficiente aplicación de la Resolución 99 del Ministerio de Comercio Interior, que autoriza la compra de productos; canteros vacíos en organopónicos y huertos y desabastecimiento de placitas resaltan entre las principales deficiencias comprobadas.
La Demajagua señala que de igual manera "la comprobación partidista encontró áreas enyerbadas, pobre intercalamiento de cultivos, poca variedad de vegetales y condimentos frescos en los quioscos de organopónicos y huertos", y asimismo que "en varios de los establecimientos estaban ausentes sus administradores, la falta de control y chequeo, y el no aprovechamiento de las potencialidades de los territorios".
Por último comprobaron un deficiente aprovechamiento de la capacidad de los centros de elaboración de alimentos, con solo un turno de trabajo, cuando se precisa de mayor producción y explotar industrialmente los picos de cosechas agrícolas.
De todo esto se puede sacar algo en claro: si darle comida al pueblo es defender la Revolución, en la administración de Díaz-Canel hay muchos contrarrevolucionarios.
