Las autoridades sanitarias de Cuba reportaron este 29 de octubre 39 nuevos casos de coronavirus, cifra que eleva el cómputo total acumulado desde el inicio de la pandemia, en marzo pasado, a 6766.
De los 39 casos diagnosticados 31 son cubanos y 8 extranjeros; 31 autóctonos y 8 importados. Del total de casos: 30 fueron contactos de personas que ya fueron reportadas con el virus, 8 con fuente de infección en el extranjero y uno sin fuente de infección precisada. Las provincias con mayor número de nuevos contagios fueron Pinar del Río con 23, Matanzas con nueve, Sancti Spíritus con 4 y Ciego de Ávila con 3.
La más occidental de las provincias cubanas es actualmente el foco de la pandemia en la isla. Varias localidades del municipio cabecera, Viñales y Consolación del Sur se encuentran en estricto aislamiento. En este último, hoy se reportan 15 casos del virus, un número inusitadamente alto para tan pequeño territorio.
Mientras tanto, en Artemisa, el brote de Escuela Interarmas Antonio Maceo, en Ceiba del Agua, continúa abierto. Allí se han detectado más de 35 casos.
“Están en cuarentena, no hay acceso, no se puede salir del lugar, debido a los padres que fueron a ver el hijo que está becado en la academia militar en Caimito, y luego cuando regresaron tuvieron síntomas, siendo detectados de sospechosos de estar contagiados con el virus, y entonces todos los contactos que ellos tuvieron en esa zona militar donde residen los tienen encerrados”, reportó a ADN Cuba un residente de la zona.
De acuerdo con las estadísticas oficiales del Minsap, 3733 pacientes permanecen ingresados en hospitales para vigilancia clínica epidemiológica, de los cuales 504 se mantienen como casos confirmados activos y 829 son sospechosos de un eventual contagio. De los casos activos, cuatro son reportados en estado crítico y tres como graves.
Hasta el 25 de octubre se reportan 185 países con transmisión de casos de COVID-19. El acumulado global de positivos asciende a 44 052 407 y los fallecidos a un un millón 168 076.
La pandemia de coronavirus, entre otros muchos embates, ha puesto al descubierto la falta de transparencia que existe en las relaciones entre Cuba y Venezuela, hermanadas por los proyectos socioeconómicos de sus regímenes según la retórica oficialista de ambas naciones.
El fin de semana se supo de casos importados de ese país suramericano; este 29 de octubre Matanzas indica tener ocho casos de procedencia extranjera, pero sin aclarar la fuente.
Como un elemento demostrativo de ello han estado los partes informativos de las autoridades sanitarias cubanas, en muchos de los cuales se oculta la procedencia de los casos de coronavirus importados al país o, cuando ésta se detalla, se evita pormenorizar al respecto para no levantar suspicacias o evidenciar cómo Cuba y Venezuela intercambian tanto COVID como médicos y petróleo en estos tiempos de pandemia.
Algo similar ocurrió en agosto, cuando en pocos días cerca de un centenar de cubanos que regresaron de la nación sudamericana dieron positivo al virus.
Si bien la suma nunca fue expuesta claramente en los partes oficiales del Minsap, el conteo caso por caso de las fuentes de infección de los pacientes en la isla reveló y definió en ese entonces a Venezuela como el país que más emite casos de COVID-19 a la mayor de las Antillas.
En la descripción de los casos en ese entonces el Minsap tampoco detalló si los contagiados eran trabajadores de la salud. Sin embargo, el hecho de que no haya vuelos regulares abiertos desde ni hacia Cuba por la pandemia hizo suponer que la mayoría de los retornados fueron parte del personal cubano de salud que trabaja en esa nación sudamericana, alrededor de unos 20 000 profesionales.
Al ser apuntado por medios independientes, entre ellos ADN Cuba, que Venezuela era el principal emisor de casos de COVID-19 a la isla, el régimen, en vez de esclarecer todos los detalles posibles, optó incluso por modificar los partes en los que se reflejaba el país de infección de los casos importados y omitir ese dato a partir de entonces.
Al parecer ya renunció a tan evidente mala práctica este fin de semana con los 21 casos de venezolanos-matanceros, pero de nueva cuenta sin ofrecer mayores detalles. Quizás duele o preocupa al oficialismo que la hermandad cubano-venezolana se resienta ante los embates de la pandemia, sin percatarse de que, sin transparencia, con COVID e idénticas violaciones a las libertades y derechos individuales, ya él está haciendo que eso pase por sí mismo.